domingo, 21 de agosto de 2016

Opinion / Mas de lo mismo. Por Carlos Victoria

Acabadas las fiestas de Pereira lo único para celebrar es que la cabalgata no fue. Gallo le puso fin a un espectáculo, si es que así se le puede llamar, con muertos y heridos, a lo largo de la historia. Empezando por los caballos. Y el mundo no se acabó. Ni tampoco hubo quienes salieran a reclamar la decisión gubernamental. Bien alcalde.

De resto lo mismo. Las tradiciones no se recrean se repiten. Comida y trago. Gente desplatada y con los bolsillos apretados. Representaciones cada vez más mediadas por el negocio y la usura. Una celebración que no convoca ni provoca. Nada que ver con feria de Cali y Manizales. Siempre se ha dicho.

De esta manera la ciudad ha perdido la oportunidad de colocarse a la altura de otras que hacen de estas ocasiones un escenario para generar identidad propia y promover los atributos de una tierra cada vez más descafeinada. Veo que en Medellín la cabalgata fue reemplazada por una multitudinario ciclo paseo. Copien lo bueno, al menos…

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