Opinión / Editorial: Última edición

Donde está tu voz… cuatro años de repetirlo y confirmarlo en cada edición. Periodismo ciudadano en el cual los habitantes de Pereira fueron los protagonistas, sin importar los agentes de poder. En VECINOS, el poder residía en la gente del común, en aquel habitante de a pie que tenía espacio para su voz.

Una ciudad vista desde múltiples perspectivas, como debe ser todo ejercicio de periodismo real: plural, inclusivo, ponderado y ejemplo del proceso democrático. En fin, el perro guardián también debe dar ejemplo. Y tenemos la convicción de haberlo hecho a pesar de nuestras naturales inclinaciones personales.

Cuatro años en los cuales las puertas estuvieron abiertas para todos, incluso aquellos que descreían, pero salían convencidos por la seriedad de esta propuesta, capitalizada en el enorme profesionalismo de su nómina de trabajadores y, sobre todo, en los impostergables éticos que cimentaron cada acción: sin mentiras, dobleces o intereses amañados, prácticas que son los verdaderos obstáculos del buen periodismo.

Desde el principio expresamos nuestro decisión de no inmiscuirnos en causa partidista alguna y mantuvimos la promesa, sin importar las presiones y hostigamientos de toda clase, tan comunes en escenarios en los cuales pesan más los caprichos de los poderosos que los intereses ciudadanos. En VECINOS todas las personas tuvieron cabida, sin distingo alguno.

Un ejercicio periodístico llega su fin. Razones superiores a nuestros deseos nos impiden continuar, pues un medio sin dientes apenas queda dibujarlo como pantomima o lejana interpretación de lo que es informar: sin libertad de decir es imposible construir ciudad, formar ciudadanía.

En estos años múltiples personas pasaron por el equipo, todas ellas aportaron desde sus saberes, desde sus posibilidades. Gracias reiteradas a esas caras alegres que cada día animaban la construcción de este medio. Gracias a todos esos colaboradores que creyeron en esta manera diferente de hacer periodismo.

Solo resta agradecerles, además, a cada uno de ustedes por habernos escogido como sus interlocutores, como fieles difusores de lo que tiene y necesita Pereira, de lo que sueñan los pereiranos. Gracias, siempre, por sus voces, esas mismas que constituyen la masa coral del ejercicio democrático de informar e informarse.