Hace más de cuatro años
que este ejemplar canino de raza labrador, fue abandonado en las calles del
corregimiento a su suerte, hoy no solo es ejemplo para la comunidad, sino
también uno de los vecinos más querido.
“Él recoge las botellas
que la gente arroja a la calle o incluso la gente le guarda elementos de
reciclaje, entre ellos cartón y el viene hasta la corregiduría donde yo
permanezco y me entrega el material que posteriormente yo cambio por cuido”,
explica Uribe.
No es necesario dar una
orden a este peludo, para que el mismo busque su forma de obtener los recursos
para sobrevivir, hecho que además de convertirlo en el perro estrella de la
Florida, ha generado conciencia ambiental en los niños y niñas de todo el
sector.
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