Al finalizar las clases, los niños y niñas habitantes del
sector de La Carbonera en el corregimiento de Caimalito, no encuentran otra
forma de diversión, que nadar en las quebradas que recorren el sector, sin
embargo la falta de redes de alcantarillado, expone seriamente a los menores a
problemas de salud.
El calor incesante y las ganas de jugar junto a otros amigos
empujan a estos niños a buscar piscinas naturales, sin embargo su falta de conocimiento,
su inocencia y la misma falta de cuidado de sus padres, los lleva casi de
manera diaria hacia infecciones, bacterias y enfermedades incluso difíciles de
tratar.
Mientras que muchos ven en las quebradas solo un foco de
contaminación en la que además de basuras, hay todo tipo de desechos, otros los
ven como un parque de diversiones en las que los árboles son los mejores
toboganes.
Aunque desde las instituciones educativas de la zona se han
intentado crear programas de concientización para evitar la situación, sus
esfuerzos han sido en vano, y los delfines humanos chapucean a diario en medio
de las aguas turbias.
Buscando garantizar la seguridad de esta población, la misma
comunidad hoy pide programas de apoyo para que estos pequeños encuentren en
otras actividades más sanas, el espacio perfecto para invertir de manera
adecuada su tiempo libre.
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