viernes, 1 de agosto de 2014

Proyectos / Ciudad: Viviendas ecosostenibles

El proyecto no solo busca mejorar la calidad de vida de los integrantes de la Fundación, también generar un impacto ambiental, pues el plástico es el principal contaminante del mundo. 
Casas edificadas en ladrillos ecológicos y con servicios de paneles solares, colectores de agua caliente y sistema de recolección de aguas lluvias, son las que se vienen construyendo en la Fundación Kyrios, gracias al trabajo de Semillero de Investigación de Energías Alternativas de la UTP.

Este proyecto de carácter social y ecológico, liderado por el docente Edgar Salazar y al que se han sumado cerca de 20 estudiantes de ingeniería electrónica, ingeniería mecánica, tecnología eléctrica, entre otros, nació hace dos años y es ejecutado sin ningún tipo de interés en la fundación antes mencionada dedicada a la rehabilitación de drogadictos y personas en condición de calle, ubicada en la vía a La Florida.

En el lugar ya existe de pie un módulo construido a base de ladrillos ecológicos, el cual además de contar con calentador de agua solar, también tiene sistema de energía a través de paneles fotovoltaicos.

“Los ladrillos se hicieron a través de un proceso de fundición de plástico picado, bolsas y botellas en partículas de dos centímetros, los cuales se mezclan y se someten a alta temperatura y posteriormente se ponen en modelos de ladrillos y columnas. La casa es armada como una figura de lego”, manifiesta Salazar.
Actualmente se adelanta la construcción de un segundo módulo, está vez sus paredes son de botellas plásticas de gaseosa, el cual tendrá una medida de 20 metros cuadrados y que abrigará una pareja de esposos de la Fundación.

“Esta idea ha sido aplicada de manera exitosa en Bolivia, Perú y Brasil, y tiene un impacto ambiental importante porque el plástico tiene un proceso de degradación de 300 años y es el principal contaminante del mundo”, agrega el docente.
Para continuar en la construcción de este proyecto, hoy los involucrados requieren de mil botellas más que les permitiría dar forma final al segundo módulo y se espera que en próximos días sea puesto en funcionamiento un horno solar en el cual los miembros de la fundación podrían cocinar sin necesidad de usar madera o gas.
Es importante resaltar que desde el semillero se han realizado diferentes pruebas de sismo-resistencia al módulo existente con resultados positivos, que hacen de su proyecto una idea confiable.


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