domingo, 24 de agosto de 2014

Opinión: #Yomeuno a Barbas-Bremen

Por: Adriana Mercedes Marín
En el año 2011 la UNESCO declara como patrimonio de la humanidad el Paisaje Cultural Cafetero conformado por 47 municipios, 411 veredas y más de 30 mil hectáreas.
¿Qué traduce esto? Pues que la declaratoria  no sólo permite un amplio reconocimiento internacional de la zona, sino que la hace una región protegida por el Ministerio de Cultura.
Sin embargo, un pronunciamiento de la Contraloría, por medio de una función de advertencia con relación a un proyecto de energía que se viene desarrollando, no sólo afectaría zonas de conservación natural sino el mismo Paisaje Cultural Cafetero.

El proyecto ha sido llamado UPME 02-2009, que significa Unidad de Planeación Minero Energética, diseñado en el 2009 y aprobado por el Ministerio de Minas y Energía en el 2012; otorgó a la Empresa de Energía de Bogotá el diseño, construcción, operación y mantenimiento de la Subestación Armenia, la cual va desde Santa Rosa de Cabal hasta Armenia, cuyas torres y líneas de conducción afectarían unos 6,2 Kilómetros del Paisaje Cultural Cafetero, entre ellos, el sector de Barbas-Bremen.

A quienes hemos tenido la oportunidad de deleitar nuestros ojos con esa hermosura de paisaje y apaciguar nuestras almas con el sonido de una fauna única de la zona andina, donde podemos escuchar el ruido ensordecedor de los monos aulladores, en vía de extinción, nos duele el corazón con el sólo hecho de pensar que ese paraíso, a pocos minutos de Pereira, vaya a ser destruido por el afán de traer a la región 230 mil voltios de energía que no se necesitan, pero estarían a disposición de las multinacionales mineras, de acuerdo con denuncias de la Fundación Ecológica Cosmos.

Lo más triste, para el Ministerio de Cultura, las 36 torres que construirán en zona del Paisaje Cultural, de las 83 que comprende el proyecto, no representan ninguna amenaza ni riesgo. Para la Contraloría se podría incurrir en el “eventual incumplimiento de compromisos internacionales ante la Unesco por parte de Colombia”.

Creería que se nos avecina una tragedia ambiental. Falta claridad sobre lo que pasará con la riqueza natural de esta reserva, o qué les va a ocurrir a los monos aulladores cuando se monten en cables de alta tensión.

Aunque grupos ambientalistas y algunas voces rechazan públicamente este proyecto, necesitamos que líderes, empresarios, políticos, gobernantes y la sociedad civil nos unamos en torno a esta causa. Esta es mi manera de protestar y agradezco a colegas y amigos, como Nelly Muñoz, quienes todos los días nos recuerdan con sus escritos en Facebook sobre lo que pasará si seguimos callando.

#Yomeuno por la defensa del Barbas-Bremen. ¿Y Usted..?

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