Los patios de las viviendas son los que más sufren cada vez que se crece el río. |
Habitantes del barrio Rocío Bajo viven un completo infierno. Hace más
de cuatro años que por un daño en uno de los gaviones que los protegía del
agua, ahora tienen que dormir intranquilos, rogando para que la corriente de
agua no entre hasta sus hogares.
Con angustia y preocupación viven
las familias del barrio, pues su cercanía con el río Consota los tiene
perjudicados como nunca los tuvo durante décadas; el gavión que los protegía de
las aguas que arrastra la corriente ya no está y hace cuatro años padecen un
verdadero calvario.
“Somos 18 familias las
directamente afectadas que cuando estaba el gavión no teníamos ese problema, ahora
le da a uno temor cuando llueve porque no sabe qué le va a tocar. Eso empezó
desde que Aguas y Aguas, por construir un tubo, antes hizo un daño”, afirma
Omar Vega, líder comunitario y afectado.
VECINOS se comunicó con Aguas y
Aguas para conocer su versión y esta fue la respuesta: “fue una obra que se
hizo en el año 2010, esa obra tuvo un percance, parece que se la llevó el río,
hicieron una evaluación primaria inicial y se determinó que este tipo de obras
no las hace la empresa, entonces nosotros no podemos intervenir, porque
nosotros no tenemos ningún requerimiento judicial, ningún llamado de parte de
la Alcaldía”, responde Luis García
Quiroga, asesor de Gerencia de Aguas y Aguas.
Son estos los jarillones
provisionales que la comunidad construye
para evitar el paso de la corriente.
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Son casi dos metros lo que incrementa
el nivel del agua en temporada invernal, época de mayor afectación para las 18
familias del sector. Los patios de las viviendas deben estar preparados para
que cuando baje la borrasca no se lleve lo que encuentre a su paso. El patio de la casa de Omar Vega
está adecuado para ello, pero esto solo funciona cuando el nivel del agua se
puede tratar, hay días que el agua baja con tanta corriente que destroza todo a
su paso y convierte los patios de las viviendas en lodazales.
La comunidad, ante el inminente
riesgo envió cartas, derechos de petición y encomendó la tarea a la Defensoría
del Pueblo por tratarse de un problema de vulneración de derechos humanos. Un
fallo de tutela del Juzgado Primero Laboral del Circuito de Pereira ordenó a la
Alcaldía de Pereira reubicar de manera temporal a las familias afectadas; sin
embargo, esto quedó sobre el papel porque la misma administración municipal apeló
la decisión, quedando con la libertad de realizar obras para la mitigación de
la emergencia.
Comunidad
La comunidad del barrio no está aferrado
a una sola idea, como se viene manejando a través de otros medios locales; se habla
de tres opciones: que la comunidad sea indemnizada, que el problema sea reparado
o que sean reubicados.
A pesar de no estar sujetos a una
sola alternativa, El Rocío no está unido por la causa. Hay líderes comunitarios
que expresan su descontento frente a las denuncias que se vienen haciendo sobre
las afectaciones de inundación que viven las 18 familias. “Llevo toda vida en
este barrio y viene gente a poner problema, a pedir que los reubiquen que
porque se están inundando, entonces que se vayan si esta no es una buena zona
para vivir, que yo sepa esta es la mejor zona de Pereira para vivir”, dijo Alba
Rubiela Arenas.
Para Omar Vega, “es difícil poner
de acuerdo a la comunidad porque El Rocío tiene cuatros zonas, imagínese las
cuatros zonas estando de acuerdo para que las 18 familias afectadas puedan ser
reparadas”,
Jarillones provisionales
Al mejor estilo del municipio de
La Virginia, los residentes han decidido por su propia cuenta construir
jarillones provisionales para evitar las inundaciones. De manera artesanal, con
llantas y costales de cemento han cercado sus casas para así mitigar la crisis;
pero cuando el agua baja con demasiada corriente, el objetivo no se logra y
antes los jarillones provisionales se convierten en un obstáculo para
nuevamente sacar el agua.
La Defensoría del Pueblo de
Risaralda tiene un mes para responder ante la revocatoria del fallo, para lo
que ya se están adelantando procesos en pro de los derechos de las personas que
están ubicadas en el lugar afectado.
Dato: Cuatro años han tenido que soportar las inclemencias del río
Consota, dicen los mismos habitantes.
¿Cuál es la realidad que vive actualmente la comunidad?
“Ese río y los olores que se desprenden ahora en
verano, mejor dicho son terribles, sin contar que a las dos de la mañana siente
uno temor de que se le venga encima”
“Lo que más me preocupa son los
niños, porque permanecen nerviosos, viven siempre intranquilos”
Ángela María Vélez
“Tengo tres hijos y lo siento por
ellos porque les da mucho miedo, cuando empieza a llover se ponen muy nerviosos
porque el río se nos ha llevado hasta camas y colchones”
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