A través de la venta dominical
de empanadas, sancocho, frijoles, tamales, entre otros platos típicos de la
región, líderes del barrio La Unidad construyen su propia iglesia.
Tras perder las instalaciones del templo en un fuerte vendaval
dado que había sido construido en guadua, esta comunidad se dio a la tarea de
levantarlo de nuevo y entre donaciones y autogestión hoy tienen hecha parte de
la estructura.
Hoy desde la junta de acción comunal del sector, líderes continúan
en la tarea de recopilar recursos y materiales para ponerle techo y piso a la
iglesia y así abrirla de nuevo al servicio de los feligreses.
“El proyecto de la iglesia es hermoso, paso a paso vamos y
sabemos que no se hará rápido, pero cuando culminemos la tarea será maravilloso”,
manifiesta Dolly Socorro Diosa, conciliadora de la JAC del sector.
Hasta el momento esta comunidad continúa en la recolección
de ladrillos para terminar el cerramiento total del templo y se espera que en
un futuro la iglesia cuente con espacio amplios que den paso incluso a una casa
cural.
“Tenemos pensado usar todo el terreno y hacer una gran
iglesia no solo para la comunidad de nuestro barrio, sino también para barrios
vecinos como El Poblado, El Vergel, entre otros”, puntualizó Diosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario