"Trabajé durante 20 años con agrónomos, conozco el campo", resalta |
“No sé leer como periodista pero
me defiendo”, con esta frase don Raúl Ortiz, un hombre de 64 años de edad,
espera graduarse como bachiller el próximo diciembre.
Describe a sus padres, ambos
huilenses como si los hubiera brotado la tierra, tenían un amor inmenso por la
siembra, por la finca; él fue quizá uno de sus frutos y aunque se perderán su
grado porque pasaron a mejor vida, don Raúl resalta como herencia el inconfundible
aprecio por el campo.
En la actualidad cursa grado 10-11 en el Colegio de San Nicolás, estudia de noche y en el día mientras no está en un salón de clases, se dedica a hacer labores de servicio social; ese servicio que le exigen a los
jóvenes de 15-16-17 años como requisito para poder graduarse. Mientras limpia
el césped contiguo al centro educativo, se detiene un momento para compartir
con dos jóvenes periodistas, los retos de la vida.
“No sé si alcanzaré mi propósito
en la vida, pero quiero ser agrónomo”, lo cuenta tal como cuenta un joven su proyecto de vida; sus arrugas no son
sinónimo de cansancio, por el contrario exponen el contraste de una vida que
quiere empezar a cosechar.
Como cualquier persona también ha
sufrido a causa de los errores; Raúl Ortiz el hombre que se graduará en
diciembre, fue un alcohólico durante 27 años; hoy cuenta cómo se trazó el compromiso
de estudiar y el objetivo de salir de esta problemática, “no es fácil, es un
tema que va más allá de la voluntad”, apunta mientras intenta recordar más
hechos.
El alcohol le ha quitado parte de
su vida; la esposa de hoy no lo es tanto porque viven juntos y no se comunican,
evitan hablarse; por el tono de sus palabras y el reflejo de su mirada, pareciera
que fuese tal vicio el causante de dicha disolución simbólica.
Cuando se le pregunta por su
vida, le confiere un protagonismo a la heroica rehabilitación y por supuesto al
momento que tomó la decisión de llegar a estudiar “yo empecé a estudiar cuarto
de primaria, pero me salí y volví unos años después... en el 2012 empecé a validar bachillerato”, explica.
Tiene un curso de Panadería y un medio curso de Excel, muestra de su interés por el estudio a pesar de sus 64 años. |
Se le ha dificultado estudiar con
jóvenes; sin embargo no es un impedimento para él, aunque la química y álgebra
si pueden desbaratarlo; y consciente de ello prefiere hablar de sociales y ética
que son sus preferidas, a ellas les dedica tiempo. “Ha sido difícil porque la
persona joven mira con otros ojos a las personas de edad, en el salón somos tres personas mayores”, sentencia.
Es padre de un Policía, de un
Instructor de Bolsa de Valores y de un Instructor de Deportes, a los tres, les ha
dejado como herencia el compromiso; porque el mismo se ha trazado un futuro, el
cual va según lo planeado.
A don Raúl le hacen falta 37 horas
de las 80 de servicio social que debe cumplir y no se arruga para ello;
mientras se le hacía la entrevista corrió por un balón que sorpresivamente se
salió de la cancha de techo del Colegio. Una muestra de entereza, de
solidaridad y de amor por los objetivos que se quieren lograr.
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