Un gran lote de arena, dos arcos de fútbol y una
malla oxidada que empieza a caerse a pedazos, es el escenario que hoy se hace
visible en este barrio sur oriental de la ciudad.
Durante cerca de siete años líderes comunales
han luchado no solo por mejorar las instalaciones, sino también por un espacio
de buena calidad donde todos los habitantes del barrio, niños, adolescentes y
adultos, puedan compartir amistosamente e invertir su tiempo libre en hábitos
de vida saludable.
Con gran amor miembros de la comunidad intentan
cada vez que pueden, darle una imagen diferente a este espacio donde cada
domingo familias enteras disfrutan de buenos partidos de fútbol 8, sin embargo se
hace necesaria la intervención de la administración municipal para la
recuperación total del escenario.
“Hemos ido a la Alcaldía y lo que nos dicen es
que van a construir una cancha sintética pero que será administrada por un
privado, y por años este espacio ha sido utilizado por la comunidad y no debe
ser privatizado”, manifiesta Francisco Emilio Madrid, líder comunal del barrio.
Equipos conformados por habitantes del sector de
Laureles, San Nicolás, La Divisa, Miraflores e incluso de Panorama, usan este
espacio deportivo a pesar de sus malas condiciones y entre risas y pasión dejan
hasta la última gota de sudor, de allí la importancia de que las autoridades
visionen otro plan para dar solución a la actual situación.
Mientras la malla que encierra el recinto se
sigue cayendo a pedazos y amenaza con venirse totalmente al suelo, la comunidad
seguirá esperando una respuesta conveniente por parte de la Alcaldía.
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