El nuevo decreto que entrará en vigencia el 15 de marzo no
solo regula ruido.
También interviene en muchos otros aspectos que buscan
llevar un
control más estricto a los establecimientos nocturnos.
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El próximo 15 de marzo
es la fecha límite que fijó la secretaría de Gobierno para entrar en vigencia
con un decreto que restringe los horarios para los sitios de actividad nocturna
en la ciudad. El mismo contempla otros aspectos acerca de estos sitios de
rumba, yendo más allá del polémico control del ruido.
Este decreto parte de
la experiencia de la secretaría de Gobierno de Medellín, quienes compartieron
la información presentada por Asobares a la secretaría respectiva de Pereira sobre
la regulación de establecimientos de actividad nocturna, con el fin de que lo
revisaran y determinaran si era o no aplicable en la ciudad. El protocolo
pendiente de sanción por parte del Alcalde, además del control de ruido,
también aborda otros asuntos como prevención de desastres, salubridad, seguridad,
alimentos, taxi seguro, menores de edad, conductor elegido, clasificación de
residuos, sustancias psicoactivas, formalización laboral, etc.
La idea de Asobares es que el establecimiento que le cumple
a la ciudad tenga un horario de funcionamiento normal y los que no cumplen
cierran más temprano. En Secretaría de Gobierno le han hecho unas
modificaciones y luego de una revisión por parte de la Personería y otros
entes, para estudiar sus implicaciones jurídicas, se pueda aplicar. No es un
decreto sobre el ruido como tal, aunque esa es la parte más notoria.
El decreto propuesto regula bares, discotecas, griles, casas
de juego, estanquillos y busca fijar definitivamente horarios para
establecimientos públicos nocturnos que expendan bebidas alcohólicas. Cubre
otros aspectos: “No es un decreto sobre ruido, aunque claro tiene que impactar
directamente el tema del ruido pues por obviedad es el detonante que hizo que
la administración después de dos años de presiones de la sociedad pereirana, no
creara una restricción, sino una regulación de los horarios”, explica el
personero municipal Néstor Javier Arango.
“Para uno empezar a construir algo tiene que regular, a los
lugares relacionados con el tema tanto en Circunvalar como en el Centro les faltaba
una regulación clara y esa regulación tenía que ir acompaña por una autoridad,
esta regulación es para tener un establecimiento que cumpla normas internacionales.
Estas normas tienen una zanahoria, que es darle un horario extendido a aquellos
lugares que le cumplan a la ciudad. Los
asociados están asustados, pero se les dio mucho tiempo y en este momento es o
cumplen o cumplen”, asevera Andrés Castillo, presidente de Asobares, mientras
explica el proceso de regulación en la ciudad.
“La Alcaldía va a tener un marco de orientación por dónde
exigirle a la ciudad, porque es muy difícil que una sociedad cumpla a voluntad”,
agrega el representante de Asobares, aunque el Personero aclara que la regulación
ha existido de tiempo atrás, pero hay una actitud laxa de las administraciones
municipales con la exigencia del cumplimiento de las normas: “es un problema en
la Circunvalar que se puso crítico en los últimos seis años. La regulación
existe, como proclamó la Corte Constitucional, de que es la resolución 8321 de
1983, la cuañ debe ser aplicable para los establecimientos”.
Según se convino por las partes en la discusión, existe una
falta de capacidad de operativa de la administración municipal para hacer
cumplir, lo que parece confirmarse con la declaración de Beatriz Ramírez,
secretaria de Gobierno municipal: “tenemos 350 funcionarios que son muy
poquitos para controlar toda una ciudad, aquí el llamado es a toda la
población, que se pongan todos la camiseta y sean un apoyo para ejercer
control”.
Lo positivo de esta iniciativa es que después de un año de la
firma del pacto de autorregulación que no cumplieron los establecimientos, la
administración está tomando medidas. Todavía falta mucho para avanzar en el
control, hay que adoptar otras medidas, ya orientadas por la jurisprudencia de
la Corte Constitucional.
Por su parte Omar Buitrago, presidente de la veeduría Mucho
Ruido, del Centro de la ciudad, afirma
que el ruido trasciende lo cubierto por el decreto, Asobares y la noche, pues
dice: “falta por regular a los que hacen ruido de día, como almacenes y otros
lugares que utilizan bafles para su publicidad, ¿dónde vamos a acabar los
residentes, en un manicomio? En el centro estamos rodeados por clínicas y
hospitales y esos espacios no se han respetado”.
Los puntos críticos de ruido en el centro de la ciudad se
encuentran en el tramo de la calle 22 hasta la 28, desde la carrera 4 hasta la
9, y tal vez representen un problema tan grande o quizá peor que el de la Circunvalar,
al igual que en el Parque Industrial, San Vicente, Villa Santana, El Poblado, Santa
Clara y Cuba, todos a su escala tienen algo para intervenir en este aspecto.
“Este llamado de
atención es hecho en buena hora para decir que aquí hay unas reglas, las reglas
ya estaban escritas y no se puede decir que fueron creadas para beneficiar a
los unos y perjudicar a los otros”, cierra el Personero.
“Esperamos cosas buenas, lo único que tenemos cifrado es que
van a pasar cosas buenas, decirle a un establecimiento comercial que se le van
a reducir dos horas en su funcionamiento no es una cosa sencilla, pero hasta el
momento hemos escuchado todos comentarios positivos. El POT en el 2000 definió
la circunvalar como residencial y el reajuste en el 2006 lo dejó mixto; hay que
redefinir un POT porque Pereira necesita un lugar especial de la ciudad pensado
y planificado para que allí se puedan disfrutar las 24 horas de rumba”, continúa
la secretaria de Gobierno.
Otro agragado, según Asobares, es que el decreto fija parámetros
internacionales de turismo: “el que cumpla este decreto puede aplicar para el
turismo, si no lo cumple no puede, se pierden una oportunidad muy grande si no
se normatizan”.
Tanto secretaría de gobierno como los otros actores
concluyen que es un ejercicio de todos ponen, medios de comunicación,
ciudadanos, administración, propietarios de locales, policía.
DATO:
Según la Corte Constitucional, la resolución 8321 de 1983 es
la aplicable para los establecimientos nocturnos.
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