lunes, 29 de abril de 2013

Los directores de Sala Estrecha hablan de su proyecto


Por: Diego A. Vélez Quiroz

Sala Estrecha es un espacio de la Corporación Cultural Marca Pasos Público que está integrada por dos grupos, Cicuta Teatro y La Casa Flotante Teatro. La sala nace “como una necesidad por un espacio propio, no solo de creación sino también de programación y promoción del trabajo de nuestros grupos y el de otros”, afirman Mauricio Robledo y César D. Salazar, directores de la corporación.


Aunque durante años en Pereira se ha sentido la presencia del teatro, es difícil hablar de una tradición teatral en la ciudad. Marca Pa

sos Cultural ha instituido un espacio único y diverso para el teatro pereirano, una sala de apenas unos cuantos metros de ancho por otros pocos de largo, con diez sillas y un escenario variable. Sus directores nos hablan un poco del proceso de Sala Estrecha  y de la Corporación Marca Pasos Cultural:

¿Por qué Sala Estrecha? ¿Por qué optar por un espacio tan poco convencional para el teatro?
Uno, porque el acceso a los espacios de la ciudad es algo complejo; dos, porque nos gusta mantener la independencia; tres, porque el teatro ha establecido un lenguaje diferente con los espacios, me refiero al teatro contemporáneo, ya no necesita uno de un teatro municipal con 400 sillas para generar teatro; cuatro, porque la relación del teatro con la ciudad es compleja, queríamos apostarle a un espacio improbable, si algo nos caracteriza es hacer proyectos improbables, sobre todo en la ciudad. Hacer una suerte de festival de teatro como la Muestra de Teatro Alternativo, que en principio era eso, una muestra, pero que poquito a poquito se ha convertido en un festival de teatro, en una ciudad que históricamente no tiene una relación muy fuerte con el teatro de parte de los espectadores, era improbable. Era improbable traer grupos de otra ciudad y alojarlos. Pero todo ha sido posible. Basta tener un poco de iniciativa, un poco de entusiasmo y ya está.

¿Cuál ha sido la respuesta del público a esta propuesta?
Cuando decidimos abrir la puerta y crear una programación,  apostamos por algo a un plazo mucho más largo del que vemos que podemos conseguir ahora para formar un público amplio. Ha llegado gente que no esperábamos, cada vez tenemos más público, cada vez es más la gente que sabe del espacio. Algo que pasa y nos alegra mucho es que no tenemos que ir a buscarlos, hacemos la tarea de la publicidad, pero la gente llega por el voz a voz, alguien viene y le cuenta a su amigo o familiar que aquí hay teatro, que es un buen teatro, que es permanente, que la calidad es decorosa, así llega el nuevo público. Ha sido sorprendente porque no creíamos que se formara un público tan rápido. Además hay algo muy interesante, muchos de los que vienen asistiendo a las funciones empiezan a sentirse responsables por la sala, adquieren cierto sentido de pertenencia por el proyecto. Nosotros no tratamos de presentarle a la ciudad el proyecto con alcances mayores de los que tiene, es algo que hacemos muy honestamente, muy tranquilamente, lo que queremos es que nos acompañen, que vean lo que estamos haciendo. Es interesante escuchar a las personas hablar de la sala como un proyecto que les duele, que les interesa. Por ese lado la relación con la sala es diferente, la gente no solo viene y se va.

Ya metidos en esto ¿cuál es su preocupación en y por el teatro?
Solo queremos hacer teatro. No nos interesa hacer teatro de fin de semana, todos iniciamos así, pero en algún momento esto tiene que cambiar. El teatro es un oficio y tiene una carga objetiva y técnica que hay que asumir, hay que investigar, estudiar e ir actualizándose con la información, hay que ver teatro, tener espacios de formación, crear. En esa misma medida, a la hora de mostrar un resultado, hay que respetar al espectador. Hay que ajustar tuercas. Hace mucho se vienen haciendo cosas innecesarias en el teatro de la ciudad, me cansé de hacer teatro como una pose.

¿Qué son cosas innecesarias?
En la ciudad el teatro se ha asumido como una postura, una que dice “soy actor, hago teatro, me paro en escena, repito un texto”. Así el teatro es algo innecesario, se convierte en un asunto de decirle al entorno que “yo hago teatro”, eso es innecesario, no tiene ningún tipo de carga vital ni artística. Nuestra mayor preocupación, ahora, es hacer un oficio honesto, no tratar al espectador como estúpido, formar actores que tengan la capacidad dialogar con el otro y tener una mirada más crítica del mundo.
No llegamos aún al punto en el que deberíamos estar, pero vamos llegando, cada vez conseguimos mejores espacios, hacemos un trabajo más riguroso y estamos dedicándonos en cuerpo y alma a esto, dedicándonos en serio. No tenemos que hacer un teatro que venda, pedagógico, social o de intervención comunitaria. Hacemos teatro, eso es importante. No nos interesa complacer, nos interesa crear un público crítico, que no le guste todo lo que hacemos, para ello necesitamos criterio y eso se gana con trabajo. No es un teatro mejor o peor, simplemente distinto.

Sala Estrecha, como bien lo afirman sus directores, tiene una programación permanente de teatro. Cada jueves, viernes y sábado abren sus puertas al público para sacarlos, tan solo por una par de horas, de su mundo cotidiano. 

1 comentario:

  1. Muy bueno!!!! felicitaciones queridos amigos, todo es posible con dedicación, amor y auto crítica.

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