La calle 14 entre 18 y 19 se ha convertido en una de las
zonas más peligrosas para los transeúntes. Los robos son el pan de cada día y,
después de mucho tiempo de lo mismo, parece que seguirá igual.
La zona es un paso obligado para cientos de estudiantes y
habitantes del sector que se desplazan desde y hacia el centro de la ciudad,
sin embargo la seguridad es poca y el paso por allí resulta inquietante. A
pesar de que la zona es un corredor ambiental (está atravesada por la quebrada
La Dulcera), el mantenimiento del paso es mínimo, tanto que caminar por los
andenes resulta bastante complicado a causa de la vegetación.
Los vecinos del sector manifiestan preocupación e incluso
miedo. Aunque la policía, según han afirmado los habitantes del sector,
responde con rapidez a todos los llamados, no han logrado solucionar el tema de
raíz. “Por aquí roban a un ladrón, hace poco iban a robar a una señora y se
salvó porque yo la entré al conjunto”, dice uno de los funcionarios del
Conjunto Residencial La Alquería. La Policía Metropolitana afirma responder
siempre que ha sido necesario, pero requieren “que la gente denuncie estos
hechos a tiempo” para tomar acciones más efectivas.
“A mí me robaron mientras pasaba por el Edificio Acrópolis,
no se puede ni sacar al perro”, dice Edison López, funcionario del Edificio Los
Cisnes, justo en medio de la zona afectada.
A un lado de la calle se despliega la vegetación que
acompaña a la quebrada La Dulcera y, al otro, un lote que conduce directamente
al barrio Travesuras, más conocido como “La Churria”. Dicho lote está medianamente
cercado, por ello es común ver que los ladrones se escapan por allí.
Hasta ahora la única solución posible parece ser un cercado
total del lote desocupado, mientras tanto la policía dice que estará "atenta a
cualquier llamado que hagan desde esa zona”.
No hay autoridad ni para partir a los que infringen normas de tránsito en el cruce de Pinares
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