martes, 15 de enero de 2013

Denuncia / Clínica

Sin pan y sin café


Ni un tinto, ni buñuelos o la por muchos preferida empanada, se ven en la Clínica Pinares, un espacio de urgencias, necesidades y largas esperas. El pago del arriendo de dos millones 500 mil pesos, que es el costo del local que permanece desocupado desde hace mucho, se convierte en un reto para cualquier persona sostener una cafetería vendiendo cafés a 1.500 pesos y competir contra 400 pesos que cuesta un tinto en los puestos de comida a la entrada de la clínica.

Enrique, "el señor de los tintos", comenta la constante venta de sus milos, chocolates y pandebonos en la esquina gracias al desfile de personas, sobre todo en horas de la mañana, donde el desayuno y el hambre los llama. Todos estos puestos de almuerzos, helados y dulces desaparecen al final de la tarde, cuando llega la dificultad para comprar alguna merienda.

"Por aquí en la noche no se ve casi nada, toca ir a la avenida o alguna tienda cerca", es el testimonio de una de tantas señoras que pasan la noche cuidando de un familiar. Ella también argumenta que es imposible comprar con los precios caros que antes manejaba una cafetería en el local, pues con dos mil pesos alcanzaba solo para calmar las ganas de un café caliente por las noches o mañanas.

Alguna acción tendrá que efectuar la administración por parte de la Clínica para responder ante las quejas de algunos usuarios por la falta de una cafetería o establecimiento de comidas.

*Se trató de contactar al director administrativo de la Clínica, pero no se encontró en las instalaciones ni respondieron a las llamadas*

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