Parques a la deriva
Personas que asisten a un gimnasio cercano tienen en el parque de Pinares una zona de estiramiento y actividad física. Allí, como en otros parques del sector, los niños brillan por su ausencia.
Algo raro sucede en los parques de la comuna: los
niños y la alegría habitual de estos lugares brillan por su ausencia, al igual
que el cuidado de los mismos. Espacios concebidos como lugares de encuentro de
los vecinos, como áreas de juegos para los menores; en definitiva, como nodos
de articulación social, han terminado convertidos en paradigmas de la soledad y
la falta de civismo.
Aunque dos importantes corredores ambientales cruzan
la zona, los correspondientes a las quebradas La Arenosa y La Dulcera,
aportando importantes franjas verdes, la presencia de espacios públicos de
diversión o de encuentro, como lo son los parques, es escasa. La masa gris de
los edificios es lo que predomina.
Cuatro son los parques emblemáticos de esta comuna:
Pinares, Álamos (Parque de la República de
Francia), terminal de Ciudad
Jardín y La Rebeca. Aunque en el POT (Plan de Ordenamiento Territorial) aparecen
reseñados siete.
En ese mismo POT figuran
dos parques de papel: parque "Circunvalar" (Circunvalar) con 14.000
metros cuadrados y parque "Ricaurte" (Pinares, calle 11 entre Avenida
Ricaurte y carrera 18) con 1.200 metros cuadrados. Todo se quedó en las
promesas de ese plan aprobado en el 2000 y ajustado en el 2006.
Estado actual
De los cuatro parques existentes, solo el de La
Rebeca tiene un aceptable estado de conservación, pues los restantes muestran descuido.
Jaime Mahmud, integrante del colectivo Fractalab, a
través de su grupo ha hecho diversas convocatorias para el rescate de los
parques, en particular el de Álamos. Para ello, han planteado estrategias como “Libro Picnic” y “Picnic en el parque”.
Aunque
en el país se tiene un promedio de 15 metros cuadrados de zonas verdes por
habitantes, en Pereira apenas se alcanza un promedio de tres metros, una cifra
muy inferior. En la comuna esa cifra es aún menor si no se tienen en cuenta las
áreas de los corredores ambientales ya mencionados, que, en la práctica, se
convierten en zonas de abandono o de de invasión por parte de población vulnerable.
De hecho, en el área metropolitana esta cifra ronda en 1.9 metros cuadrados por
habitante.
Ante
esto, Mahmud, acierta decir que es urgente “construir más parques, más densidad de zonas verdes,
además del cuidado requerido, pues tanto el de Álamos como el de Pinares lucen
descuidados, sin ornatos y con las zonas verdes deterioradas”, para poder
llegar a ser la ciudad que pretende ser una opción para los individuos, no para
los vehículos.
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