Llorando por los guaduales
Parte del guadual desapareció, restándole frescura al entorno y belleza al paisaje que rodea a la quebrada La Arenosa. Acá quedará Guaduales de Los Alpes. |
Guaduales de Los Alpes pareciera un
nombre irónico para un proyecto habitacional de dos torres -una de ellas con
nueve pisos, 20 apartamentos, 16 oficinas y cuatro sótanos de parqueo- que
requirieron el derribo de 100 matas de guadua. Pero es cierto.
La polémica se inició en septiembre del
año pasado, cuando se colocó la valla anunciando la edificación del proyecto en
la carrera 15 bis con calle 11.
En su momento el docente Carlos Alfonso
Victoria, de la Facultad de
Ciencias Ambientales de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), declaró que “este tipo de obras hacen que la ciudad sea
cada vez más gris, donde es evidente el interés de los sectores público y privado de
sembrar más edificios que árboles”.
De nada sirvieron las protestas de
los vecinos, incluso del Comité Cívico, pues la zona se intervino y en la
actualidad avanza la construcción. De hecho, la Carder, a través de la
Resolución 0498 del 20 de marzo de 2012, autorizó el aprovechamiento de un
guadual natural y aprobó un plan de compensación forestal que consiste en la
siembra de 50 chisquines de guadua, 20 plantas nacedero, guayacán amarillo,
heliconias, platillo y lila rosada, además de la demarcación de zona de
protección.
Responden constructores
El ingeniero Luis Fernando Pérez,
director de la obra, reconoció que han tenido muchos reclamos por parte de los
vecinos, pero que se debe tener en cuenta que el guadual estaba en una
propiedad privada, era usado para lanzar basuras y como vivienda de indigentes,
su tala fue autorizada por la Carder –como ya se explicó- y que el edificio es
un “proyecto ecológico”.
Lo denomina así porque la propuesta
incluye los siguientes elementos: reciclaje de aguas lluvias con destino al
consumo humano (previas pruebas de calidad), ascensor ecológico con sistema de
imanes y paneles solares para proveer energía en las zonas comunes.
“La erradicación del guadual es un daño
ecológico, pero cumpliremos con la compensación forestal, además es una
propiedad privada”, reafirma el ingeniero Pérez. El lote es propiedad de
Construcciones Natiba S.A.S.
En la obra trabajan en la actualidad 20
obreros y se espera que este mismo año inicie la construcción de la segunda
torre. Incluso, según Pérez, se ha pensado muy bien en la quebrada La Arenosa, que
pasa por la parte de atrás de la construcción, para evitarle contaminación, y
con ese fin se ha contactado varias veces a Aguas y Aguas para que revisara el
colector, debido a que en algunas oportunidades contamina la quebrada. Por supuesto,
no se harán vertimientos en sus aguas, dice Pérez.
El ingeniero añade que allí mismo el
municipio piensa construir una vía que comunique Pinares con Los Alpes y, de
seguro, implicará el daño de alguna parte del guadual que resta, “pero son los
pagos que se deben hacer para mejorar el espacio urbano”.
Mientras tanto, la sala de ventas sigue
allí y no faltan los visitantes que llegan a preguntar por los apartamentos
ofrecidos.
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