lunes, 4 de julio de 2016

EDITORIAL / Movilidad, asunto trascendental

Desde hace varias administraciones se ha hablado del Plan Maestro de Movilidad. Aparece recurrente en varios documentos técnicos y en titulares de prensa que anuncian un pronto Plan Maestro al respecto. Pero hoy, en julio de 2016, poco o nada hay.

Así como con la movilidad, la ciudad está marcada por la ausencia de Planes Maestros en otros campos. Todo ello indiciario de la anarquía con la cual se proyecta la ciudad, por ello las dificultades enormes que se evidencia en la Planeación, la cual pareciera obedecer a los dictados de la contingencia y no al cumplimiento de un derrotero trazado de antemano.

La ciudadanía ya se habituó a escuchar frases como “preocupante aumento del parque automotor en Pereira”. Eso se tornó en un lugar común, pero no por ello deja de ser un asunto del mayor interés debido a que se dan varias situaciones concomitantes: aumento exagerado del número de vehículos matriculados (en particular, motos), escasez de vías (notorio en el corredor norte-sur y viceversa) y la invisibilidad del peatón en todo este proceso.

Es urgente un Plan Maestro; las negociaciones con la firma inglesa Atkins fueron casi lo último que se supo sobre el tema, que esperaba ser resuelto el año pasado, pero en este momento siguen la improvisación y falta de delineamiento claros que permitan una ciudad fluida tanto para vehículos (de combustión o no) y para peatones.

Es inviable una Pereira embotellada en cualquiera de sus tramos, desde los barrios populares hasta los sectores más exclusivos, para no hablar de la zona céntrica. Se han tomado medidas sensatas, como la eliminación temprana de varias zonas de permitido parqueo y el avance en algunos corredores viales, como la conexión El Dorado – Samaria, pero es indudable que todo esto quedará como un paño de agua tibia si no se traza una política de largo plazo, la misma que debe quedar inserta en un Plan Maestro de Movilidad.


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