domingo, 23 de noviembre de 2014

Editorial / Decisiones

Queda, entonces, el aprendizaje y la necesidad de pensar de manera más acertada quiénes serán esos candidatos que se presentarán ante la ciudadanía para obtener su favor y así regir los destinos de Pereira, una ciudad que es un ejemplo particular de urbe adornada por características que le permiten destacarse en el plano nacional. 

La ciudad se prepara para un esperado proceso electoral con la escogencia de su nuevo Alcalde para el periodo 2016-2020 y, además, la elección de los concejales que acompañarán o cuestionarán las decisiones del mandatario electo.
Estos casi tres años de administración del alcalde Enrique Vásquez Zuleta han sido de mucha controversia y de una marcada imagen desfavorable entre la opinión pública en general –tanto líderes como ciudadanos del común–. Eso se desprende de los comentarios generalizados en contra suya y de las mismas encuestas realizadas por empresas nacionales encargadas de tales tareas.
Queda, entonces, el aprendizaje y la necesidad de pensar de manera más acertada quiénes serán esos candidatos que se presentarán ante la ciudadanía para obtener su favor y así regir los destinos de Pereira, una ciudad que es un ejemplo particular de urbe adornada por características que le permiten destacarse en el plano nacional. Su ubicación geográfica, las bondades en los recursos naturales, el don de sus gentes, todo esto y mucho más se suma para que la ciudad tuviera un mayor protagonismo en Colombia. Protagonismo que, de hecho, ha perdido por el manejo errado por parte de las recientes administraciones.
Hay muchos intereses en juego y desde ya la lista de precandidatos luce extensa y diversa. VECINOS, fiel a su derrotero de no tomar partido por candidato alguno, no ofrece guiño por personaje determinados en este momento ni lo hará en el futuro. Pero como medio que piensa la ciudad, sí aboga por la necesidad de replantear las exigencias que la ciudadanía debe hacer a sus gobernantes. He aquí algunas de ellas:
a.       Destacar la manifiesta independencia del gobernante, a pesar del apoyo necesario de sectores políticos determinados. Un mandatario atado por compromisos y, peor aún, suplantado en su función de mando, es un desastre para cualquier proceso de administración. Los apoyos se deben agradecer, pero de ninguna manera deben imponerse a los intereses colectivos.
b.      Exigir solvencia moral para enfrentar de manera clara y transparente las múltiples decisiones que marcan la acción de gobernar. En un ambiente tan enrarecido como el nuestro, donde las microempresas electorales suplantan a los partidos, transmitir imagen honesta y de carácter se convierten en necesidades imprescindibles.
c.       Demostrar adecuada preparación académica y de gestión. La renovación es necesaria, pero aquellos nuevos dirigentes deben prepararse de manera suficiente para dirigir una ciudad que se acerca al medio millón de habitantes y que tiene un presupuesto superior a 661 mil millones de pesos este año.
d.      Tener la suficiente firmeza para elegir a sus inmediatos asesores a través de los méritos y no por las presiones indebidas de aquellos que lo llevaron al poder. Una ciudad del talante de Pereira demanda profesionales de las mayores calidades, personas que tengan a su vez la ciudad en la cabeza.

e.      Alguien que ame a esta ciudad, que no haga de ella un trampolín para cumplir con sus apetitos personales.

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