viernes, 19 de septiembre de 2014

Comunidad / Civismo: Piedra a piedra levantan la iglesia

Sin importar si cae lluvia o hay un sol inclemente, este equipo de trabajo 
de manera consagrada trabaja por darle forma al sueño de tener en pie 
una parroquia digna en la cual poder albergar cientos de feligreses.  
Habitantes del barrio Tokio de la comuna de Villa Santana trabajan a diario y de manera gratuita en la construcción de su propia iglesia, este sueño nació hace siete años y a pesar de los tropiezos, los cimientos ya están en pie.

Un total de $40.000.000 ha invertido esta comunidad en la nueva obra que al culminar llevará por nombre Parroquia Jesús de Nazareth; los dineros son resultado de la venta de empanadas y otros manjares típicos y la misma limosna que domingo a domingo los vecinos dejan antes de salir de las ceremonias litúrgicas y del incansable esfuerzo de quienes sin esperar nada a cambio, decidieron involucrarse y apropiarse del proyecto.

“Hace siete años que nació la idea de tener nuestra propia iglesia, inicialmente teníamos un terreno de dos mil metros, pero tras la construcción del jardín infantil, terminó reducido a 550 metros”, argumenta Álvaro Sánchez, líder del proyecto y fundador del barrio.

Y es que, según cuenta la misma comunidad, a pesar de que el terreno estaba destinado para la parroquia, finalmente gran parte de él fue empleado para otro proyecto igualmente en beneficio de la comunidad. Sin embargo, al culminar la nueva obra, se dieron cuenta de que se habían quedado sin nada.

“A nosotros nos quitaron el terreno y tuvimos que recoger un total de 900 firmas que enviamos a la Alcaldía y logramos recuperar el espacio donde hoy se levanta el templo”, manifiesta Sánchez.

En diciembre arrancó la primera etapa de construcción en la cual se edificaron las brechas y los cimientos y son sus mismos constructores quienes esperan que a través de la ayuda y el apoyo de la misma comunidad, se pueda llevar el proyecto hasta el final.

“Aquí en este terreno seguimos celebrando las misas dominicales”,  argumenta Álvaro, y es que en el lugar, a pesar de estar apenas en construcción, ya hay una especie de salón improvisado en el que domingo a domingo los creyentes van a escuchar la palabra de Dios.

El equipo
Aunque el equipo consta de personas que han adquirido la experiencia en construcción solo después de cimentar a sangre y sudor sus propios hogares y el de sus hijos, el equipo que hoy trabaja con pala, al sol y al agua, poco a poco le da forma a este sueño, liderados por un maestro de obra que igualmente hace parte de la comunidad.

Es este quien aporta las instrucciones técnicas, igualmente de manera gratuita y vigilante a diario guía al rebaño, mientras otros se encargan de gestionar los recursos para avanzar en las obras. “No esperamos nada de la Alcaldía, todo lo hemos construido nosotros”.

Otras iglesias
Como este acto de civismo, otros similares han tomado fuerza en el barrio La Unidad, El Rosal y en el sector de Comfamiliar del Parque Industrial, donde la comunidad también empieza a darle forma a sus propias parroquias.

Impulsados por la fe y confiados de que los recursos poco a poco se irán recolectando, hoy en estos barrios pereiranos en cemento y en guadua se construye la casa de Dios y el lugar favorito de cientos de feligreses.

Quizás el proyecto comunitario más avanzado es el del barrio El Rosal, donde hoy la comunidad empieza a gestionar los últimos dineros para la construcción de la entrada del templo, el piso del mismo y la pintura; sin embargo es allí donde ya se celebran bautizos, primeras comuniones y hasta confirmaciones.

“Esperamos pronto estar realizando matrimonios en nuestra parroquia que lleva por nombre La Divina Misericordia”, manifestó una habitante del sector.

El dato
En Pereira cuatro barrios adelantan la construcción de sus propias parroquias, sin embargo han sido muchos que a través de actos de civismo han levantado sus propios templos católicos.

Voces
¿Qué le motiva a trabajar de manera gratuita en la construcción de la iglesia?
Ana Sánchez
Porque he sido católica y porque me gusta ayudar a mi comunidad, este proyecto es importante para todos los creyentes.

Ángel María Melchor
Me gusta colaborarle a la iglesia y por ello vengo todos los días a trabajar junto a otros vecinos.

Enrique Bueno
Porque quiero ver la capilla levantada, la iglesia para el beneficio de toda la comunidad, eso es lo que me motiva.

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