“En esta zona, una de las principales riquezas
es el agua”, expresa un ambientalista. Y no hay lugar a dudas, allí nacen seis
grandes cuencas hidrográficas llamadas como Morro Azul, que podrían ser en un
futuro el abastecimiento de agua para la ciudad…
Por:
John Harold Giraldo Herrera
Al caminar de El Manzano –salida a Armenia,
kilómetro 9– hasta el corregimiento de La Florida, hay tanto asombro de los
sentidos por presenciar el sonido de arroyuelos, el rugido recio de los monos
aulladores (nuestro animal más emblemático y representativo, en peligro de
extinción), el verde exuberante, los mil colores de avecillas que revolotean a
lo largo y ancho del aire, una serie de árboles portentosos y una zona
desértica por donde abundan las extensas hectáreas de monocultivo de pino,
pertenecientes a la multinacional de Smurfit.
“En
esta zona, una de las principales riquezas es el agua”, expresa un
ambientalista. Y no hay lugar a dudas, allí nacen seis grandes cuencas hidrográficas
llamadas como Morro Azul, que podrían ser en un futuro el abastecimiento de
agua para la ciudad, afirma el médico Luis Alberto Ossa, al reconocer que
mermará el caudal del río Otún y tendremos que ver otras opciones para el
consumo del líquido.
El río Consotá, el segundo más importante de
la ciudad, nace por acá. Desde las entrañas de la tierra emerge, combinado con
el potencial de una zona con bosques de galería y vegetación abundante. Una
flora y fauna exótica y trascendente, dado los ciclos biológicos que se gestan.
Desde los 2.250 metros de altura, donde nos encontramos, se observan sitios
ideales para disfrutar de un baño, mirar
aves, permitirse la recreación del cuerpo con el viento, contagiarse del azul,
el verde, las mariposas que por ahí revolotean. De pronto pasa una tropa de
ciclistas quienes aprovechan los caminos y la carretera para hacer deporte. El
río se deja ver cristalino y los cerca de 132 kilómetros cuadrados de su cuenca
recorren una buena parte de Pereira.
La zona es parte de un circuito de corredores
ambientales. Refugio de una serie de insectos exclusivos, de una fauna propia
del sistema andino y de páramos. Paso a paso el paisaje deja ver una que otra
finca de cultivo. “Por acá, además, se encuentran los caminos ancestrales”, dice
Guillermo Castaño, defensor de los Derechos Humanos, líder campesino y docente
universitario, quien fue intimidado por personas que allanaron su morada ubicada
en las inmediaciones del recorrido que llevamos a cabo. Guillermo es de los que
más sabe sobre esta zona, por eso la amenaza contra su vida es una afrenta al
movimiento ambiental.
Muchos líderes risaraldenses se han opuesto a un proyecto que impacta de manera negativa al Paisaje cultural cafetero y al patrimonio histórico.(foto: Rodrigo Grajales) |
Parte de su riqueza es contar con el que se
espera sea el Parque Arqueológico Salado Consotá, donde se han hecho
excavaciones encontrando vestigios de hace más de 10 mil años. Acá se forma un
paisaje, es un territorio que debe protegerse, así lo dice Yesid Rozo, expresidente
del Concejo, quien sabe del proyecto electrificador –que pondrá 230 mil voltios
en unas 83 torres a lo largo de este paisaje, incluyendo otros municipios–
denominado Barbas Bremen: “Tenemos que preguntarnos, ¿cómo vamos a hacer para
proteger los recursos hídricos y naturales de la zona de manera unida? Declarando
por Proyecto de Acuerdo del Concejo una zona
de Protección Especial o mediante una Acción Popular”. El concejal se
declara un defensor de los territorios vitales para la ciudad y que deben
primar los intereses ciudadanos en cambio de los de unas empresas.
Un territorio en disputa, que palmo a palmo ha
venido siendo arrebatado. Su posición geoestratégica, sumada a la cantidad de
recursos naturales y arqueológicos, lo catapultan como una reserva. Para la
zona del Quindío se han concedido 16 títulos mineros. El 5 de junio, un día
significativo por celebrarse el Día de la Tierra y en general del Medio
Ambiente, el Ministerio del Ambiente otorga la licencia a la Empresa de Energía
de Bogotá. Dice en el texto que “no
requería la presentación de un Diagnóstico Ambiental de Alternativas”, mientras
que se apoya en una serie de documentos legales que sustentan la licencia,
incluido el beneplácito de las Corporaciones Ambientales, como Carder y CRQ.
Mientras tanto, las autoridades de Quindío
manifiestan contar con el suficiente recurso eléctrico necesario. Por eso no
consideran necesario para su departamento el nuevo proyecto, el cual duplicaría
su capacidad. Y si se busca el desarrollo, manifiesta Víctor Fernández de la
organización Chinampa: “deberíamos buscar energías alternativas”. Más de 30
organizaciones se encuentran en estado de alerta y movilización para evitar que
se concrete la instalación del Proyecto. Por lo pronto, las vertientes de agua
–líquido a defender–, sumado al Paisaje Cultural Cafetero, hacen parte de un
reservorio de riquezas por proteger.
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