viernes, 1 de agosto de 2014

Pereira es: Estrella hidrográfica Morro Azul

Un paraíso natural es el que tienen los pereiranos a pocos minutos del casco. Un paraíso que puede perderse debido a su destrucción para construir 63 torres de energía que los mismos quindianos consideran innecesarias.(foto:Hugo Grajales) 
“En esta zona, una de las principales riquezas es el agua”, expresa un ambientalista. Y no hay lugar a dudas, allí nacen seis grandes cuencas hidrográficas llamadas como Morro Azul, que podrían ser en un futuro el abastecimiento de agua para la ciudad…

Por: John Harold Giraldo Herrera

Al caminar de El Manzano –salida a Armenia, kilómetro 9– hasta el corregimiento de La Florida, hay tanto asombro de los sentidos por presenciar el sonido de arroyuelos, el rugido recio de los monos aulladores (nuestro animal más emblemático y representativo, en peligro de extinción), el verde exuberante, los mil colores de avecillas que revolotean a lo largo y ancho del aire, una serie de árboles portentosos y una zona desértica por donde abundan las extensas hectáreas de monocultivo de pino, pertenecientes a la multinacional de Smurfit. 

 “En esta zona, una de las principales riquezas es el agua”, expresa un ambientalista. Y no hay lugar a dudas, allí nacen seis grandes cuencas hidrográficas llamadas como Morro Azul, que podrían ser en un futuro el abastecimiento de agua para la ciudad, afirma el médico Luis Alberto Ossa, al reconocer que mermará el caudal del río Otún y tendremos que ver otras opciones para el consumo del líquido. 


El río Consotá, el segundo más importante de la ciudad, nace por acá. Desde las entrañas de la tierra emerge, combinado con el potencial de una zona con bosques de galería y vegetación abundante. Una flora y fauna exótica y trascendente, dado los ciclos biológicos que se gestan. Desde los 2.250 metros de altura, donde nos encontramos, se observan sitios ideales para  disfrutar de un baño, mirar aves, permitirse la recreación del cuerpo con el viento, contagiarse del azul, el verde, las mariposas que por ahí revolotean. De pronto pasa una tropa de ciclistas quienes aprovechan los caminos y la carretera para hacer deporte. El río se deja ver cristalino y los cerca de 132 kilómetros cuadrados de su cuenca recorren una buena parte de Pereira.


La zona es parte de un circuito de corredores ambientales. Refugio de una serie de insectos exclusivos, de una fauna propia del sistema andino y de páramos. Paso a paso el paisaje deja ver una que otra finca de cultivo. “Por acá, además, se encuentran los caminos ancestrales”, dice Guillermo Castaño, defensor de los Derechos Humanos, líder campesino y docente universitario, quien fue intimidado por personas que allanaron su morada ubicada en las inmediaciones del recorrido que llevamos a cabo. Guillermo es de los que más sabe sobre esta zona, por eso la amenaza contra su vida es una afrenta al movimiento ambiental. 

Muchos líderes risaraldenses se han opuesto a un proyecto que impacta de manera negativa al Paisaje cultural cafetero y al patrimonio histórico.(foto: Rodrigo Grajales) 
El historiador Víctor Zuluaga manifiesta que en la zona estuvo ocupada por varios grupos humanos ancestrales, como los Quindos, Tataquí y Orobí y los Quimbayas, entre muchos más. Dice que en 1538 “López de Galarza cruza la cordillera en una expedición y da cuenta de un camino ancestral que unía a varios pueblos”. Ese camino pasa por la zona y hoy se encuentra saboteado por las plantaciones de pino. Pero según ingenieros vinculados a la Smurfit, no tienen conocimiento al respecto y esperan ser informados para tomar las medidas.

Parte de su riqueza es contar con el que se espera sea el Parque Arqueológico Salado Consotá, donde se han hecho excavaciones encontrando vestigios de hace más de 10 mil años. Acá se forma un paisaje, es un territorio que debe protegerse, así lo dice Yesid Rozo, expresidente del Concejo, quien sabe del proyecto electrificador –que pondrá 230 mil voltios en unas 83 torres a lo largo de este paisaje, incluyendo otros municipios– denominado Barbas Bremen: “Tenemos que preguntarnos, ¿cómo vamos a hacer para proteger los recursos hídricos y naturales de la zona de manera unida? Declarando por Proyecto de Acuerdo del Concejo una zona  de Protección Especial o mediante una Acción Popular”. El concejal se declara un defensor de los territorios vitales para la ciudad y que deben primar los intereses ciudadanos en cambio de los de unas empresas.

Un territorio en disputa, que palmo a palmo ha venido siendo arrebatado. Su posición geoestratégica, sumada a la cantidad de recursos naturales y arqueológicos, lo catapultan como una reserva. Para la zona del Quindío se han concedido 16 títulos mineros. El 5 de junio, un día significativo por celebrarse el Día de la Tierra y en general del Medio Ambiente, el Ministerio del Ambiente otorga la licencia a la Empresa de Energía de Bogotá. Dice en el texto  que “no requería la presentación de un Diagnóstico Ambiental de Alternativas”, mientras que se apoya en una serie de documentos legales que sustentan la licencia, incluido el beneplácito de las Corporaciones Ambientales, como Carder y CRQ.


Mientras tanto, las autoridades de Quindío manifiestan contar con el suficiente recurso eléctrico necesario. Por eso no consideran necesario para su departamento el nuevo proyecto, el cual duplicaría su capacidad. Y si se busca el desarrollo, manifiesta Víctor Fernández de la organización Chinampa: “deberíamos buscar energías alternativas”. Más de 30 organizaciones se encuentran en estado de alerta y movilización para evitar que se concrete la instalación del Proyecto. Por lo pronto, las vertientes de agua –líquido a defender–, sumado al Paisaje Cultural Cafetero, hacen parte de un reservorio de riquezas por proteger.

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