viernes, 23 de mayo de 2014

Vida Sana: Vida al alcance de sus manos

La fertilización in vitro tiene un costo entre 15 y 20 millones de pesos. La inseminación artificial está por los tres millones.
La fertilidad es un asunto que toca a cada persona que, en algún momento de su vida, decide tener hijos. Científicamente, se refiere a la capacidad de los seres vivos de reproducir su especie, incluyendo toda clase de factores ambientales, biológicos y, en el caso de los seres humanos, culturales.
  
Hasta hace 30 años se consideraba que 60 por
 ciento de las causas de infertilidad se originaban
en la mujer. Hoy ese porcentaje es igual para ambos géneros.
Numerosas veces nos hemos hecho la gran pregunta sobre la posibilidad o deseo de tener un hijo. Generalmente la fertilidad no sería un problema común para los seres humanos, mucho menos si nos referimos a la población mundial actual que está en asenso, sin embargo somos una de las especies menos fértiles que hay sobre el planeta y esto sucede en gran medida por todo el proceso de reproducción que se lleva a cabo en el momento de la fecundación que, la mayoría de veces, es solo de un embrión por gestación.
El doctor Emilio Muñoz Dorado, ginecólogo obstetra y médico de cabecera en Fecundar, practica desde hace más de 24 años la reproducción asistida para contrarrestar la infertilidad que, según datos de la Organización Mundial de la Salud, afecta alrededor del 15 por ciento de las parejas en edad de concebir. “Generalmente, las parejas que acuden al centro lo hacen porque ya llevan mucho tiempo intentando quedar en embarazo, por lo cual buscan ayuda profesional, ya sea para estimular o inducir la ovulación mediante determinados medicamentos, o para realizar procedimientos de reproducción asistida en baja fertilidad”, explica Muñoz.

Las prácticas de reproducción asistida se dividen en dos: baja complejidad y alta complejidad, que incluye inducción de la ovulación con coito normal o con inseminación artificial. “Ambas modalidades exigen un seguimiento a través de ecografías, para observar el crecimiento folicular y establecer el día exacto de la ovulación”, indica Muñoz.

La inseminación artificial consiste en estimular los ovarios del aparato reproductor femenino, para que produzcan y maduren entre dos a cuatro óvulos, logrando el tamaño adecuado de los folículos, mediante la aplicación de medicamentos adicionales, que permitirán la fecundación de los espermatozoides previamente seleccionados de una muestra del donante y que luego se introducirán por medio de un catéter. “Esta práctica es la más frecuente, dando una eficacia de 70 por ciento a cuatro ciclos, si se tiene en cuenta la permeabilidad existente en las trompas de Falopio”, argumenta Muñoz.

En esta etapa es necesaria la observación de las canalizaciones a través de diferentes exámenes, donde se descartarán posibles obstrucciones o infecciones que impidan que el resto de pasos se lleven a cabo. “Dado el caso de que existan, se deberá recurrir a otro tipo de tratamientos y se evaluará la posibilidad de buscar la reproducción asistida de alta complejidad o fertilización in vitro”, indica.

La diferencia entre la fertilización in vitro y la inseminación artificial, radica en que la primera se hace por fuera del vientre materno, es decir, que el procedimiento se lleva a cabo en una caja de incubación en un ambiente de laboratorio propicio. “Implica administrar otro tipo de medicamentos que estimulan el crecimiento folicular, madurando entre seis hasta 10 huevos”.
Mientras se realiza el seguimiento ecográfico, los óvulos deberán alcanzar un tamaño entre 20 a 22 milímetros, que luego se aspiran por medio de una aguja especial vía vaginal, bajo anestesia general, hasta llegar a un tubo de ensayo, donde el biólogo identificará los óvulos y su estado. “A las cuatro horas o cinco de haberlos aspirado, teniendo la previa muestra del hombre y seleccionado los mejores espermatozoides para fertilizar el óvulo, se realiza el proceso de penetración manual”, dice.

Dentro de la caja de cultivo se fecundan al menos dos óvulos que, pasados cinco días de haber sido fertilizados, se sacan de la incubadora y son transferidos al útero a través de un catéter muy delgado. Este procedimiento es llamado transferencia embrionaria. “Una vez que se realiza la transferencia, debe haber un soporte hormonal para que ese huevo se implante y haga nido en el lecho endometrial”. Lo siguiente será realizarse una prueba de embarazo después de 10 o 12 días. A partir de este momento, ya se podrá observar la cavidad para identificar cuántos embriones crecieron.
A pesar de que se transfieren dos embriones, la tasa de embarazos de gemelos es de un 15 a 20 por ciento frente al 80 por ciento de embarazos únicos. Si se introducen más de dos embriones, se corre el riesgo de que desarrolle un embarazo múltiple. No obstante y como indica el ginecólogo, “en la inseminación hay más riesgo de embarazos múltiples, pero actualmente se toman muchas precauciones para que no suceda”.

Condiciones de salud
Para que una mujer pueda concebir de manera natural y sin necesidad de técnicas de reproducción asistida, debe tener su anatomía normal, útero con características normales, capa endometrial normal y trompas de Falopio permeables que puedan captar el óvulo. Muy importante que la ovulación sea regular, de lo contrario, la inducción a la ovulación será el primer método a decidir.
En los hombres se determina la fertilidad en proporción a la cantidad de espermatozoides por centímetro cúbico, por lo menos 20 millones. “Si tiene menos, ya entra en un plano de infertilidad y con menos de cinco millones, difícilmente se consiga”, concluye.
Actualmente, el hombre aporta la mitad de las causas de infertilidad de pareja y se cree que dentro de unos 100 años, va a ser bajo el porcentaje de hombres fértiles, debido a causas ambientales. “Vivimos expuestos a agentes tóxicos, conservantes y alimentos transgénicos, que pueden ser muy dañinos. Las drogas y el alcohol también son causantes de la baja producción de espermatozoides”, indica el ginecólogo.
En Pereira existen dos centros de fertilización con personal humano capacitado y técnicas avanzadas para lograr el objetivo de concebir un bebé: inSer, instituto de fertilidad humana y Fecundar.
  
DESTACADO:
Los problemas de infertilidad se originan en igualdad de porcentaje por parte de cada uno de los miembros de la pareja: hombre y mujer.
  
MITOS: 

Los anticonceptivos causan infertilidad: solo 1 por ciento debe esperar un poco más del tiempo para que la reproducción de óvulos vuelva a la normalidad.
La matriz está fría: de ninguna manera se puede solucionar un problema de infertilidad con baños o bolsas calientes en el vientre.
Alimentos afrodisiacos: ningún alimento sirve para aumentar la cantidad de espermatozoides en la eyaculación.

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