Ya con resultados del 96.01% al momento de
escribir esta nota, se pueden hacer algunos balances preliminares. En todos
ellos, el voto en blanco ganó terreno en Risaralda. Abstención, la
suprema vencedora.
Los votos en blanco y los votos nulos sumaron una proporción destacada del total de la cauda electoral de ayer, con una abstención aproximada del 55 por ciento. |
Aunque en Risaralda todo parece
igual en cuanto a congresistas, salvo la “quemada” de los representantes conservadores
César Franco y Diego Naranjo, y la llegada de los también conservadores Mauricio
Salazar y Juan Carlos Rivera, algo sí parece nuevo: el descreimiento en la
clase política local.
Todo esto se constata en
tres hechos: la abstención del 55.5%, el recambio de algunos de ellos y la
evidente superioridad del voto en blanco.
Mírese en detalle los
resultados parciales hasta la noche de ayer: el Voto en Blanco está por encima
de todos los candidatos a la Cámara en Risaralda, con 22.309 votos, le sigue
Diego Patiño con 21.593. Esto con el 96.01% escrutado. La supremacía blanca
también es evidente en los votos por el Parlamento Andino, pues sumaban 58,6%.
En cuanto al Senado, Carlos
Enrique Soto obtiene 29.539 votos; el Voto en Blanco, 22.479, y Samy Merheg,
21.825. Se puede decir que el segundo
senador de Risaralda fue el voto en blanco.
Es evidente inconformidad
con la clase política local, que en opinión de analistas como Carlos Victoria
afianza su poder recurriendo a la tradicional maquinaria y a la alta inversión
en las campañas, algo que es imposible para muchos candidatos de posibles
mejores calidades.
Legión extranjera
Esta explicación se
refuerza al analizar la lista al Senado, que es nacional, y donde candidatos de
otras regiones vinieron a Risaralda a buscar votos. De manera preliminar, los
candidatos tienen los siguientes votos, los cuales por supuesto incrementarán
en el transcurso del día al tener los escrutinios completos:
Jorge Enrique Robledo obtiene
4.250 (Tolima, Polo Democrático); Adriana Franco, 4.194 (Caldas, Partido Liberal),
y Luis Emilio Sierra, 3.531 (Partido Conservador). 11.975 votos parciales tienen
estos tres senadores foráneos, lo cual
amerita reflexionar sobre sus causas. Una primera es la división entre los
congresistas risaraldenses y, la segunda, el tibio respaldo que tienen los
candidatos locales.
La pobre figuración en los
grandes debates que mueven al país, la gestión interesada y el escaso peso nacional
que tiene cada uno de los risaraldenses (o que representan a Risaralda) son
tres puntos que llevan a fomentar la rapiña de votos por parte de otros políticos
provenientes de departamentos aledaños.
Votos nulos
Por último, la cantidad de
votos nulos, originados en la falta de pedagogía electoral, además de los
complejos tarjetones que, como afirmó una profesional a la salida de un puesto
de votación, “son muy difíciles de entender para cualquiera, mucho más para personas
con escasa formación o con ciertas condiciones especiales”.
Tan solo para la Cámara,
anoche se contabilizaban 48.025 votos nulos. El tarjetón, desproporcionado y
anticuado, era de por sí una invitación para el fracaso al momento de escoger
candidato preferido.
Los congresistas elegidos
Senado: Carlos Enrique Soto (Partido de la U) y Samy Merheg (Partido Conservador).
Cámara de Representantes: Mauricio Salazar y Juan Carlos Rivera (Partido
Conservador), Diego Patiño (Partido Liberal) y Didier Burgos (Partido de la U).
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