jueves, 14 de noviembre de 2013

Premiación / Comunidad

Una Santarrosana se llevó el título de Mujer Comfamiliar 2013

Un proyecto dedicado a la prevención del embarazo precoz y a brindar apoyo, orientación psicológica y espiritual a las jóvenes embarazadas y madres adolescentes, se robó el corazón del jurado calificador.


Un total de 13 risaraldenses fueron nominadas al premio a la Mujer Comfamiliar, que anualmente es entregado a aquellas mujeres que con acciones excepcionales buscan beneficios a la comunidad, sin embargo solo una fue elegida.

El galardón que además de estar acompañado por una estatuilla, también viene con un premio de $7.000.000 y $3.500.000 para su obra, está vez se lo llevo Beatriz Amalia Orozco Parra, quien lleva los últimos cinco años en beneficio de los madres adolescentes del municipio de Santa Rosa de Cabal.

Esta mujer lidera una fundación sin ánimo de lucro llamada  “Madol” dedicada a la prevención del embarazo precoz y a brindar apoyo y orientación psicológica y espiritual a las jóvenes embarazadas y madres adolescentes,   con el fin de ayudar a mejorar las condiciones de vida en el ámbito personal, familiar, psicoafectivo y económico, buscando llevar a las adolescentes a estructurar su proyecto de vida, bajo su nueva condición de madres.

La fundación busca fomentar el desarrollo social por medio de opciones laborales, creando nuevos campos de trabajo a través de microempresas tales como: elaboración de sandalias, bisutería, preparación de lácteos, entre otros, para que mediante estos proyectos productivos, las adolescentes adquieran beneficios económicos para su propio sostenimiento y el de su familia, propiciando así que se conviertan en mujeres emprendedoras.

Además de la exaltación de su obra, Beatriz ahora representará a Comfamiliar Risaralda y al departamento en el concurso de Mujer CAFAM 2013.


Durante el evento de premiación también hubo un segundo lugar y este fue para Martha Lucía Giraldo Montes, de Dosquebradas, una mujer que lleva 12 años al servicio de la comunidad discapacitada.

Martha Lucía es la presidenta y  representante legal de la Asociación de Discapacitados de Dosquebradas, la cual trabaja en beneficio de la población con discapacidad física del municipio, mediante el acompañamiento y la ayuda para lograr el pleno reconocimiento como individuos dentro de la sociedad, a través de la gestión y obtención de beneficios como la  integración educativa y laboral, bienestar social, recreativo, deportivo y cultural de los discapacitados  y sus familias, enfocado a mejorar su calidad de vida.

Esta mujer ha sido una líder en su barrio, ayudando a la obtención de alimentos para adultos mayores y discapacitados, al igual que a la pavimentación de su sector, pero esta Asociación  es el motivo de orgullo y el más grande apoyo a la comunidad, debido a que cuenta con un aproximado de mil personas asociadas.


El tercer lugar fue para Claudia Susana Hernández Castro, quien desde hace 38 años realiza acciones enfocadas en aportar herramientas que  mejoren la calidad de vida de las personas, haciendo énfasis en el trabajo social. Esta obra  se desarrolla en la “Fundación Luz y Vida” liderada por esta mujer en  compañía de más personas, donde ha beneficiado a más de 6700 niños, 4000 adultos, 175 adultos mayores y 246 mujeres cabeza de hogar.

Entre sus objetivos se encuentra: plantear soluciones para las diferentes dificultades encontradas desde el punto de vista personal y colectivo, promover el desarrollo de habilidades, conocimientos y destrezas que beneficien a las familias en la superación de sus condiciones socio-económicas, identificar organizaciones y empresas con sentido social que puedan beneficiar a la fundación, entre otros.

Ha realizado proyectos para combatir la desnutrición infantil, programas culturales, educativos y lúdicos para los adultos mayores, proyectos enfocados a la donación de recursos por parte de la comunidad, como también educativos y de capacitación.

Entre las participantes hubo mujeres habitantes de los municipios de Pereira, Dosquebradas, Santa Rosa y Quinchía, lo que demuestran una vez más que Risaralda  tiene grandes personas con calidad humana y responsabilidad social con las comunidades más vulnerable.




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