jueves, 10 de enero de 2013

Comuna / Deporte

El fruto del deporte.


Fernando Buitrago con uno de los primeros grupos del barrio Ciudad Jardín
en el campeonato de Comfamiliar 2003.

Un balón, un par de guayos y el uniforme es el sueño de más de un pequeño aficionado al fútbol. Esa cancha que los llena de polvo hasta en las orejas y por suspuesto las ganas de anotar un gol, es la motivación y anhelo de los niños del barrio Ciudad Jardín. 

Su mentor y responsable de este proyecto, Fernando Buitrago, Coordinador de deportes de la junta de acción comunal Ciudad Jardín, es un hombre de 48 años, empírico en el campo deportivo pero un maestro para los niños.

Este espacio lúdico, deportivo y de mucho aprendizaje se practica en la cancha de arena de este barrio, que apesar de no tener las mejores condiciones, el entusiasmo y la meta de todos opaca las necesidades para el entrenamiento cada semana.

"La satisfacción mas grande que tengo es saber  que estos muchachos se están divirtiendo y aprendiendo cosas más allá del deporte como el respeto o la educación, que los llevará a ser mejores personas en un futuro" expresa Fernando, viendo como muchos jóvenes que estuvieron en el equipo hace 10 años, lo respetan y ven en él no solo un profesor, sino un amigo más.

El trabajo de pura convicción e interés propio, lo ha llevado a crear y rescatar esta escuela de fútbol desde el 2003,  aunque lleva seis años metido de lleno con los entretanmientos que se realizan todos los martes y jueves de 7 p.m a 8 p.m.

Con muy poca ayuda "El Club Deportivo Ciudad Jardín", como lo aspira nombrar Fernando en un futuro, se mantiene con la colaboración de los vecinos, padres de los niños y del bolsillo de él mismo,  porque la gente técnica y profesional que ofrecen su trabajo, buscan de alguna u otra manera una remuneración, dinero con el que no cuentan ni el profesor y las familas.

Es por eso que Fernando espera estudiar un curso en ciencias del deporte, y así tener un título que le permita demostrar más credibilidad de la que ya tiene, ante empresas y entidades que puedan facilitar apoyo a esta escuela que es del barrio y para el barrio.

Viviendo en un estrato mentiroso, como él llama al sector donde reside, el sudor y  tiempo que ha invertido en este equipo no lo cambia por nada, pues los frutos que deja este proyecto, más allá de la participación en campeonatos de la ciudad o barrios de dosquebradas, es ver la alegría de todos sus niños al momento de salir a la cancha y darlo todo, porque poner a "banquear"  alguno del equipo no está en las opciones de Fernando Buitrago.



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