miércoles, 19 de diciembre de 2012

Donación / Navidad


Mi vecina

En la entrada del garaje de su casa, donde improvisó una sede, ante la
 falta de recursos para sostener una propia, Rosalba Santa espera la llegada de las
donaciones destinadas a familias de escasos recursos económicos.


Dar es mercar

Cada año, la Fundación Solidaridad en marcha, programa la entrega de mercados a familias de bajos recursos económicos. Una caja de cartón, con un listado de productos y los nombres de los integrantes de las familias que se beneficiarán, es entregada a diferentes personas de la ciudad.

Ella es Santa. Santa Serna, además. Se llama Rosalba y desde hace seis años trabaja en la coordinación de “La caja del amor”, un programa que beneficia en época de Navidad a centenares de familias muy pobres de la ciudad.

Pero ella no está sola. La acompaña un equipo integrado por otras ocho señoras, dos hombres y algunos voluntarios eventuales pertenecientes a sus familias. Todos ellos se vuelven promotores de la entrega de las cajas plegadas que esperan recibir llenas de productos no perecederos que son entregadas durante la temporada de novenas de aguinaldos.

Barrios y sectores como Las Brisas, San Judas, La Churria, Travesuras o Galicia, entre otros, se ven beneficiados cada año con la entrega de estos mercados que incluyen, además de amor, regalos para los más pequeños.

Pereirana de nacimiento, Rosalba no tenía como prioridad trabajar por los demás, dice con transparencia que esto apenas la involucró hace algunos años. Comenta, por ejemplo, que en el 2004 la medellinense Ana María Valencia inició con la fundación en un pequeño espacio cedido por los Carmelitas en la llamada iglesia de San José. Ella debió partir a su tierra natal en el 2006, para coordinar a nivel nacional  Solidaridad en marcha.

Rosalba tomó desde entonces las riendas del programa en Pereira y ha buscado diferentes sedes, incluso una independiente en el barrio Alfonso López, pero que fue imposible sostener debido a los costos. Ahora, de manera paciente, trabaja en el garaje de su casa, donde sus tres hijas –Lina Marcela, Paula Andrea y Ana María-, junto con su esposo Luis Hernando Restrepo, la apoyan en esta compleja tarea de supervisar la recepción de mercados, el registro de los mismos y la posterior entrega.

Día de por medio ella asiste a los diferentes puntos de recolección para llevar una estadística de cómo va la campaña. De hecho, en el garaje todavía quedan varias cajas esperando que alguien las apadrine, entre ellas dos destinadas a una misma familia con 17 integrantes, la cual asumirá Rosalba junto con su familia.



Obras son amores

 “¡Mami, mañana me cocina frijoles!”, grita con alegría un niño residente en el barrio San Judas cuando observa el contenido de una de las cajas entregadas. Esa imagen es una de las tantas que conmueve a esta mujer de 62 años y rostro amable, que de continuo se muestra entristecida porque en un país tan rico la gente no tenga derecho por lo menos a la comida.

La Fundación solidaridad en marcha funciona en varias ciudades del país y cuenta con múltiples programas, de los cuales uno es La caja del amor, explica Rosalba de manera entusiasta. Entre los servicios que ofrecen a poblaciones vulnerables está: familia (asesoría con psicólogos y otros especialistas), salud, educación y formación, proyección comunitaria y ayuda solidaria.

Las cajas son entregadas por los integrantes de la fundación, o si lo desean los donantes, ellos mismos pueden hacerlo en la fecha indicada. Este año se tiene previsto hacerlo en los días del 20 al 22 de diciembre.

En Pereira, por ejemplo, las Hermanas Pasionistas trabajan en el barrio Las Brisas, ayudando a diversas familias y son ellas las encargadas de hacer el censo de las familias más necesitadas que recibirán ayuda por parte de la Fundación. “Esto lo hacen sin tener en cuenta el credo religioso o discriminación por otros factores”, comenta Rosalba.

Sentir como propio el dolor de los demás es un credo que Rosalba practica cada día de su vida. La pobreza y la inequidad social la abruman, pero espera poner su grano de arena desde la Fundación que coordina para remediar, por lo menos, parte del hambre de la que es testigo todos los días.

  
Mercados entregados
2004 – 118
2005 – 370
2006 – 515
2007 – 581
2008 – 608
2009 – 630
2010 – 543
2011 – 574
2012 – 600 (meta)


Mayores informes
Fijo 335 2326 o al Cel. 314 868 9508

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