Mi vecina
En la entrada del garaje de su casa, donde improvisó una sede, ante la
falta de recursos para sostener una propia, Rosalba Santa espera la llegada de las
donaciones destinadas a familias de escasos recursos económicos.
Dar es mercar
Cada año, la Fundación Solidaridad en marcha,
programa la entrega de mercados a familias de bajos recursos económicos. Una
caja de cartón, con un listado de productos y los nombres de los integrantes de
las familias que se beneficiarán, es entregada a diferentes personas de la
ciudad.
Ella es Santa. Santa Serna, además. Se llama Rosalba
y desde hace seis años trabaja en la coordinación de “La caja del amor”, un
programa que beneficia en época de Navidad a centenares de familias muy pobres
de la ciudad.
Pero ella no está sola. La acompaña un equipo
integrado por otras ocho señoras, dos hombres y algunos voluntarios eventuales
pertenecientes a sus familias. Todos ellos se vuelven promotores de la entrega
de las cajas plegadas que esperan recibir llenas de productos no perecederos
que son entregadas durante la temporada de novenas de aguinaldos.
Barrios y sectores como Las Brisas, San Judas, La
Churria, Travesuras o Galicia, entre otros, se ven beneficiados cada año con la
entrega de estos mercados que incluyen, además de amor, regalos para los más
pequeños.
Pereirana de nacimiento, Rosalba no tenía como
prioridad trabajar por los demás, dice con transparencia que esto apenas la
involucró hace algunos años. Comenta, por ejemplo, que en el 2004 la
medellinense Ana María Valencia inició con la fundación en un pequeño espacio
cedido por los Carmelitas en la llamada iglesia de San José. Ella debió partir
a su tierra natal en el 2006, para coordinar a nivel nacional Solidaridad en marcha.
Rosalba tomó desde entonces las riendas del programa
en Pereira y ha buscado diferentes sedes, incluso una independiente en el
barrio Alfonso López, pero que fue imposible sostener debido a los costos.
Ahora, de manera paciente, trabaja en el garaje de su casa, donde sus tres
hijas –Lina Marcela, Paula Andrea y Ana María-, junto con su esposo Luis
Hernando Restrepo, la apoyan en esta compleja tarea de supervisar la recepción
de mercados, el registro de los mismos y la posterior entrega.
Día de por medio ella asiste a los diferentes puntos
de recolección para llevar una estadística de cómo va la campaña. De hecho, en
el garaje todavía quedan varias cajas esperando que alguien las apadrine, entre
ellas dos destinadas a una misma familia con 17 integrantes, la cual asumirá Rosalba
junto con su familia.
Obras son amores
“¡Mami,
mañana me cocina frijoles!”, grita con alegría un niño residente en el barrio
San Judas cuando observa el contenido de una de las cajas entregadas. Esa
imagen es una de las tantas que conmueve a esta mujer de 62 años y rostro
amable, que de continuo se muestra entristecida porque en un país tan rico la
gente no tenga derecho por lo menos a la comida.
La Fundación
solidaridad en marcha funciona en varias ciudades del país y cuenta con
múltiples programas, de los cuales uno es La caja del amor, explica Rosalba de
manera entusiasta. Entre los servicios que ofrecen a poblaciones vulnerables
está: familia (asesoría con psicólogos y otros especialistas), salud, educación
y formación, proyección comunitaria y ayuda solidaria.
Las cajas son entregadas por los integrantes de la
fundación, o si lo desean los donantes, ellos mismos pueden hacerlo en la fecha
indicada. Este año se tiene previsto hacerlo en los días del 20 al 22 de diciembre.
En Pereira, por ejemplo, las Hermanas Pasionistas
trabajan en el barrio Las Brisas, ayudando a diversas familias y son ellas las
encargadas de hacer el censo de las familias más necesitadas que recibirán
ayuda por parte de la Fundación. “Esto lo hacen sin tener en cuenta el credo
religioso o discriminación por otros factores”, comenta Rosalba.
Sentir como propio el dolor de los demás es un credo
que Rosalba practica cada día de su vida. La pobreza y la inequidad social la
abruman, pero espera poner su grano de arena desde la Fundación que coordina
para remediar, por lo menos, parte del hambre de la que es testigo todos los
días.
Mercados entregados
2004 – 118
2005 – 370
2006 – 515
2007 – 581
2008 – 608
2009 – 630
2010 – 543
2011 – 574
2012 – 600 (meta)
Mayores informes
Fijo 335 2326 o al Cel. 314 868 9508
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