jueves, 26 de diciembre de 2013

Construcciones / Delincuencia

Edificio Samurái, otro lunar

Más de una década de abandono ha convertido a esta estructura en el blanco de criminales que la saquearon y la usan como puente para subir a techos vecinos y desocupar viviendas enteras. Proyectan hotel.

La estructura abandonada ha ocasionado que la inseguridad llegue a este sector del barrio San José. Incluso algunas casas vecinas fueron robadas. 
Aunque la palabra Samurái se usó en el siglo X para designar una gran variedad de guerreros del antiguo Japón, lo cierto es que este edificio ubicado en el barrio San José de la Comuna Universidad no tiene nada de decoroso.

El 25 de enero de 1999 un fuerte terremoto sacudió el Eje Cafetero dejando a su paso a más de mil personas muertas y otras miles sin hogar; entre las familias damnificadas, ocho vivían en el edificio Samurái, ubicado en la carrera 12bis # 12 -33 de Pereira, aledaña al colector de Egoyá.

Mario Cardona López, hijo de uno de los vigilantes más antiguos del barrio San José, relata que durante el desastre natural varias paredes del edificio cedieron y de inmediato tuvo que ser desalojado. “Varias personas ayudamos a sacar escombros del lugar, alrededor de tres volquetadas se sacaron y después quedó abandonado”.

Según algunos habitantes de casas vecinas a la estructura, a pesar de que el edificio tras el terremoto logró mantener sus bases en pie, los propietarios de los apartamentos nunca hicieron nada por restaurarlo y con el paso de los años delincuentes se fueron llevando lo poco que quedaba: ventanas, elementos metálicos, redes eléctricas, entre otros, fueron blanco de ladrones que le hicieron ganar al edificio una mala imagen.

“Era un edificio muy bonito, con unos apartamentos lujosos, tenía un ascensor y estaba totalmente habitado”, recuerda una de las vecinas del sector.

Pero tras más de 10 años de total abandono a la zona empezó a llegar la inseguridad, pues los ladrones después de llevarse todo lo que podían del edificio, descubrieron que la estructura servía de puente para llegar hasta casas vecinas y robarlas.

“Hace dos años tuvimos que enviar una carta a la Secretaría de Gobierno pues los ladrones empezaron a subirse por los techos y robaron varias viviendas aprovechando que se quedaban solas”, expresa María Stella Pinilla Parra, habitante del sector.

 A raíz de esta problemática los propietarios del predio se vieron obligados a tomar acciones y por ellos sellaron la parte baja del edificio con ladrillos y cemento, evitando que se llevaran lo poco que quedaba en el lugar y nuevos saqueos a vecinos.

Nuevo propietario
A pesar de las condiciones de la estructura, Juan Manuel Posada decidió comprar a los propietarios de los apartamentos su parte, con la visión de transformarlo en un hotel. Sin embargo, tras varios años en su poder, aún no ha logrado hacer su sueño realidad.

Posada indicó durante una entrevista telefónica a Vecinos que por falta de recursos económicos no ha podido llevar a fin su proyecto y por ello hoy lo tiene a la venta. Sin embargo, de contar con un golpe de suerte y reunir el dinero para la construcción del hotel, antes de venderlo hará su sueño realidad.


Por lo pronto, la imagen del edificio abandonado sigue latente y desde hace algunos meses la adorna un vistoso aviso amarillo de Se vende. 

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