Una
cancha de fútbol, adecuada con una amplia caseta, es el centro de las disputas
en el barrio Ciudad Jardín. En la actualidad la maneja como suya el que fuera
presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) hasta el año pasado. Miedo.
Un
candado, eso es lo que se encuentran quienes deseen ingresar a la cancha de
fútbol ubicada en uno de los sectores más codiciados de la ciudad por parte de
los urbanizadores. La puerta cerrada da acceso a la caseta donde se ubica el
restaurante Bon Biní – Parrilla y es sede del Club Deportivo Estrellitas de
Pandolfi.
Otro
hecho extraño es que tal lugar le fue adjudicado por el municipio a la JAC del
barrio Ciudad Jardín durante unos de los consecutivos periodos en que ésta fue
presidida por Orlando Guevara, en la actualidad obrero de la Alcaldía de
Pereira. Cuando debió abandonar el cargo, tras unas reñidas elecciones que
incluso demandó, Guevara solicitó a la nueva junta directiva que le permitieran
seguir administrando tal lugar con el fin de entrenar con su club deportivo.
Ante la
negativa de la nueva JAC, reiteró que él no se iba a quedar con ese sitio, que
en su momento la regresaría. Sin entender más razones, se negó a entregar las
llaves y se dedicó a administrar el escenario deportivo como si fuera de su
propiedad. En la actualidad éste se encuentra rodeado por una malla metálica y
sin acceso para que los habitantes puedan practicar deporte en él.
La JAC
se dirigió a la secretaría de Infraestructura para solicitar la devolución del
terreno, pero la única respuesta obtenida, por vocería de un asesor legal de
esa entidad, según los comunales consultados, es que “no se los podemos entregar
ni en comodato ni en calidad de préstamo”. Ello a pesar de que Guevara lo
administra sin tener derechos legales, afirman las mismas fuentes.
Más enredos
Los
enfrentamientos de Orlando Guevara con la nueva junta, que terminaron con una
decisión legal que avaló a los nuevos integrantes, no es el único litigio del
anterior presidente. En su momento, a través del presupuesto participativo, la
administración del ex alcalde Israel Londoño entregó “aproximadamente 70
millones de pesos para el montaje del restaurante comunitario La Minga”, dicen
los miembros de la JAC.
Lo
atípico es que el restaurante quebró, a pesar de la enorme población
estudiantil de la UTP que lo frecuentaba. Luego de este primer cierre, Guevara
convocó a las mujeres que trabajaban allí y les solicitó que reabrieran
mediante el aporte de nuevo capital por parte de todos ellos. Se dio entonces
la reapertura y posterior nueva quiebra, que incluso terminó en problemas
legales y con el embargo de los bienes ubicados al interior de La Minga. Todo
esto, según la versión de los miembros de la JAC y vecinos consultados, quienes
manifestaron temor y no quisieron que se publicaran sus respectivos nombres.
Pero no
este el único reclamo que se le hace al ex presidente Guevara. Según
integrantes de la nueva junta, la caseta comunal tiene una deuda vencida de 13
millones de pesos por predial y han debido recurrir a los buenos oficios de
padrinos políticos para evitar que la embarguen.
VECINOS
pudo comprobar que la cancha de fútbol se alquila para que particulares
realicen prácticas deportivas en ella. De hecho, la caseta que ocupa el
restaurante está adecuada para la realización de eventos y como tal se difunde
en el aviso de la entrada.
Orlando
Guevara fue contactado vía telefónica, pero no dio declaraciones. Tampoco
cumplió con una cita que se había pactado.
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