Operación
Germán Castro Caycedo
Un abuelo
cuenta y regaña frente a un auditorio que lo escucha con atención. Empieza a
comentar los detalles que hay detrás de la escritura de su más reciente libro -Operación Pablo Escobar- y la atención
del público pasa a convertirse en admiración: es un abuelo bueno hablando sobre
un “bandido”, como él lo llama.
Además, empieza
el recuento de cómo se entrevistó durante meses con Pablo Escobar y sobre cómo
el narcotraficante vivía escondido en casas en las afueras de Medellín. Pero
antes detalla cómo el contacto para hablar con el delincuente tenía oficina en
el mismo Congreso de la República, donde Escobar ocupó una fugaz curul como
Representante a la Cámara por Antioquia.
El ya en ese
entonces prófugo de la justicia lo recibía en fincas rodeadas con doble cerco
de malla metálica, entre los cuales caminaban feroces perros guardianes.
Además, y esto lo repitió cuando construyó La Catedral –su propia cárcel, según
el gobierno–, dejaba una brecha sin cerca, cultivada con espeso pasto elefante,
por donde podía escapar en caso de necesidad. Y así lo hizo cuando abandonó La
Catedral a pie, luego de hacerse pública la manera como vivía lleno de lujos y
con guardianes pagados por él mismo.
De esas
charlas, siempre a partir de las 10 de la noche y que se prolongaban hasta
altas horas de la madrugada, recogió mucho material, el cual archivó por
considerarlo incompleto.
Toma un poco de
aire, y como dictando cátedra sobre algo muy bien sabido, sigue hablando con
tranquilidad.
Nace la serie
Este año
Caracol Televisión lanzó Escobar, patrón
del mal, una serie que pretendía mostrar la historia del capo pero a partir
de óptica de las víctimas, algo que, según muchos, no se cumplió a cabalidad.
Al saberlo, uno
de los editores de Planeta, la empresa con la cual publica, lo motivó para que
retomara ese material, el cual complementó con la información recolectada al
entrevistar al mayor (r) Hugo Aguilar, quien cuando era capitán comandó el
grupo que le dio muerte a Escobar en el techo de una casa de Rionegro el 2 de
diciembre de 1993.
Las entrevistas
con Aguilar, quien fue gobernador de Santander y en la actualidad paga una pena
en La Picota condenado por alianzas con paramilitares, ayudaron a matizar la
información recolectada en las largas sesiones con Escobar.
Castro Caycedo
manifiesta que luego de cada sesión con el narcotraficante salía asqueado rumbo
a Bogotá, pero que no siguió encontrándose por razones de seguridad, luego del
atentado, por parte de los Pepes (Perseguidos por Pablo Escobar), al edificio
Mónaco –donde vivían su esposa Victoria Henao y sus dos hijos: Juan Pablo y
Manuela.
Más adelante el
autor se refirió a otros libros publicados y la manera como los investigó, ante
la evidente presencia, en el colmado auditorio de la Cámara de Comercio, de
muchos estudiantes. Así habló de Perdido
en el Amazonas y La Bruja.
Casi al final
de la clase, salió a un pasillo donde se habilitó una mesa para firmar sus
libros. Una larga fila de ansiosos lectores esperó de manera paciente su par de
minutos junto al reconocido periodista.
La clase ha
terminado.
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