Pereira se encuentra celebrando sus fiestas aniversarias.
Nuestra querendona, trasnochadora y morena cumple 153 años con una proyección
de ser la “capital del eje cafetero” a pesar de haber tenido en algunas
oportunidades unos pésimos gobernantes.
Por ejemplo, padeció de Alcaldes que sólo pensaron en
enriquecer su patrimonio, en vez de enriquecer en lo económico, turístico,
educativo y cultural, entre otros, a nuestra ciudad. Creo que perdió el norte
en muchos aspectos como el espacio público, donde avanza como el cangrejo.
También se dejó atrás aquella fortaleza que caracterizaba
al pereirano, su civismo. Fueron épocas que nos permitieron brillar con luz
propia.
Hoy existe un pequeño reflejo de esperanza para despertar
el amor hacia Pereira por parte de los mismos pereiranos. Y eso se ve reflejado
en las últimas acciones del actual mandatario, Juan Pablo Gallo, con el diseño
de las actividades programadas en torno a las fiestas. Por ejemplo crear una
noche Safari en Ukumarí para que la gente vaya y conozca su parque.
Otro ejemplo es el concierto con Carlos Vives. Muchos
critican el costo para la ciudad. Tal vez, en realidad, sea poco porque tengo
entendido que tocaron muchas puertas de empresarios para que se vincularan con
este show central. Pero es bonito porque
está generando la cultura del pago y el apoyo a programas como la Jornada
Única. Las personas podrán obtener un pase si se encuentran al día con algunas
de las facturas de servicios público o del impuesto predial y además donan un
cuaderno y un lápiz. Esto es recuperar un poco nuestro civismo. A muchos nos
produce una inmensa alegría en el corazón, porque retorna a Pereira por el
camino del que hace muchos años se desvió.
Aplaudo las acciones del alcalde y que siga trabajando en
proyectos de cultura ciudadana. Que volvamos a sentirnos muy orgullosos de
vivir en Pereira.
Foto tomada de voceros del cafe, 2013.
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