Por: Adriana Mercedes Marín P.
Reconozco
que soy “ignorante” en todo lo relacionado con el tema político, aunque he
estado rodeada de lo público, sin ser activista. Diría que sé más sobre la
“maternidad de gallinas” que de las ciencias políticas.
Por
eso, decidí estudiar un poco para entender el por qué la gran mayoría de
nuestros jóvenes profesionales, altamente preparados, de las mejores
universidades de Colombia y del exterior, nada quieren saber del tema; lo cual
conlleva a que en la actualidad haya carencia de líderes, a diferencia de hace
algunos años, cuando en Pereira surgieron figuras como María Isabel Mejía,
César Gaviria, Amparo Lucía Vega y Juan Guillermo Ángel, entre otros, que
recién graduados de la universidad emprendieron el camino de la vida pública.
Bien o mal, solo la historia los juzgará. Pero, siendo jóvenes, con ese
espíritu indomable enfrentaron a los caciques de la época. Hoy, sólo vemos los
“mismos con las mismas”…. Y muchos quieren seguir atados al trono, aunque sea a
través de terceros.
Aristóteles
decía que el hombre es de por sí un animal político. La política es
inherente a los humanos y una herramienta para la construcción social. De ahí
que la democracia surgiera en Grecia
como un pacto entre clases para echar a los tiranos. Quizás
si la vemos bajo este contexto, diríamos que es una ciencia hermosa para
aquellos que deseen luchar contra los dictadores. Pero como en Colombia todos
los días las noticas nos sorprenden con temas de corrupción, el amiguismo y la
mermelada, tal vez esto lleva a que los profesionales de nuestra región,
conocedores de otras culturas, bilingües y con un nivel de preparación
supremamente alto, nada quieran saber de política y mucho menos ser los dirigentes
que Risaralda está necesitando.
Cómo
desearía, por el bien de Pereira y la región, que surgieran figuras a quienes
de verdad les duelan situaciones como el problema ecológico que enfrenta Barbas-Bremen.
Mientras que en el Quindío existe movilización en torno a este tema y se
escuchan voces de inconformismo hasta de la propia Gobernadora, Sandra Paola
Hurtado, quien dijo: “si me toca militarizar Barbas-Bremen e irme con
activistas lo voy a hacer…”, aquí reina un silencio cómplice de nuestros
gobernantes.
Para algunos
tal vez sea politiquería la actitud de la Gobernadora del Quindío; pero en
estos momentos necesitamos “politiqueros” de esos para que se unan a la
movilización contra el proyecto de la Empresa de Energía de Bogotá de instalar
83 torres de alta tensión en el Distrito de Conservación de suelos
Barbas-Bremen, la única riqueza natural que nos queda de lo que eran las selvas
del Alto Cauca.
#Yomeuno por la defensa del
Barbas-Bremen. ¿Y Usted?...
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