martes, 3 de diciembre de 2013

Estructuras / Proyectos

Nueva cara para Invico

Por más de tres décadas esta estructura estuvo totalmente abandonada y a merced de delincuentes; sin embargo, cuando muchos pereiranos creían que ya no había solución, nació un nuevo proyecto que cambiará por completo la imagen de todo el sector.


Hace más de 30 años que inversionistas pereiranos decidieron poner en pie un edificio de cinco pisos el cual se convertiría en un complejo multifamiliar; sin embargo, cuando la obra parecía empezar a tomar forma fue suspendida y totalmente abandonada por motivos que hoy siguen siendo todo un misterio y con el paso del tiempo terminó convirtiéndose en el hogar de habitantes de calle y sus mascotas.

El descuido por parte de los dueños del proyecto y la falta de seguridad causó que delincuentes deterioraran poco a poco la estructura, al robarse no solo el techo de la misma sino también los soportes que la sostenían, los barandales de los miradores y hasta la tubería. En pleno siglo 21 el edificio era ya otro más de los puntos feos de la Avenida del Ferrocarril.

Hoy, a pesar de la humedad y de lo poco que queda, de nuevo inversionistas le entregan un parte de fe a la ciudadanía y sin pensarlo mucho han decidido no solo remodelarlo, sino también cambiar por completo su imagen y la de la toda la zona donde se encuentra ubicado, pasando de ser la peor y más insegura edificación del sector, a ser la más estética y glamurosa.

El nuevo proyecto hará que la estructura, que ya tiene cinco pisos, gane dos más y una terraza, convirtiéndose en un edificio de oficinas, el cual contará con amplios parqueaderos. De alrededor de 800 metros cuadrados que tiene hoy, la edificación pasará a tener más de 1.119 metros cuadrados.

La noticia fue dada a conocer por el arquitecto patólogo español Tomás González, quien es el encargado de pensar, diseñar y dirigir esta importante obra que espera esté terminada muy pronto.

“Inicialmente estamos adelantando un proyecto de adecuación de este edificio que estaba destinado a ser habitacional y que ahora será para oficinas, podría ser una en casa planta o ser un solo complejo”, indicó González, quien además es docente de la Universidad Católica de Pereira.


Demolición
Aunque muchos pereiranos pensarían que por las condiciones de este edificio y los años que estuvo en el abandono total, la mejor manera de construir algo nuevo sería demoliéndolo y volviéndolo a hacer, un estudio determinó que, por el contrario, ha conservado muy bien sus bases, lo que le ha ahorrado dinero a los inversionistas.

Según el arquitecto, en el 2006 fue realizado un estudio para la reforma del edificio; sin embargo, para el 2010 salieron las nuevas normas de sismo-resistencia y tomando en cuenta la investigación ya realizada, de nuevo se hace otro estudio acompañado de valoración patológica que hoy permite que el proyecto avance sin tener que echar abajo lo que ya está en pie.

Hoy el futuro de este lugar está en las manos de Tomás, que gracias a su formación integral (en España los arquitectos tienen formación en ingeniería civil, dice) piensa más en una estructura que en un edificio, para que cambie por completo la negativa imagen que acompañó por más de 30 años este lugar.

Arquitecto
Tomás González, quien desde el 2012 se radicó en la ciudad de Pereira, junto a su esposa caldense y su hija, se graduó en una universidad de Barcelona. Está especializado en el tema de Vivienda Progresiva en Latinoamérica y desde la academia ya tiene grandes proyectos para la capital risaraldense, iniciando por la recuperación de los edificios que yacen abandonados.


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