Se los dijimos
Por: Lucía Correa
Echeverri
Se los cantamos en los siete tonos de la escala musical que
era imposible que la calle 19 estuviera a tiempo para “inaugurarse” el 30 de
Agosto.
Era un sueño imposible de realizar y aun cuando la disculpa ofrecida
por el incumplimiento estaba algo convincente, no nos la tragamos entera.
¿Que se acabó la plata? Cuando uno se mete en camisa de 11
varas mide cuánto va a costar en su totalidad y no se hacen cálculos por parte
de ingenieros o arquitectos a los que se les fue el pajarito.
¿Que pretendíamos hacer algo tan valioso e importante como
lo que hizo Martha Elena? No, mis niños, eso lo vemos pero muy difícil.
Esa muchacha, con todo su tesón, con todas sus grandes
cualidades que posee luchando con una enfermedad que acaba con cualquiera,
menos con ella, metió toda su voluntad, su espíritu y su amor a esta ciudad. Salió
adelante con todo el tesón que la caracteriza.
Pero hacer cosas así a la topa tolondra no es nada bueno. Usted,
señor Alcalde, tenía hasta buenas intenciones, hacer otro muro de Berlín que
partiera, como lo hizo, el centro de la ciudad.
Esa es la terrible impresión que deja lo que hemos visto
hasta ahora; ¿ya consultó a sus amigos del Concejo? ¿Haber si le van a dar el
dinero que le hace falta para terminar? ¿No o sí? Ya lo sabemos, que le
aprobaron la adición pedida, pero sea como sea, tiene que conseguir mucho más, porque no puede dejar la ciudad en ese
aburridor desbarajuste.
Y hablando de sus fiestas, dele gracias a Dios que tiene a esas
mujeres valiosas que, llenas de la mejor voluntad, trataron de hacer algo
valioso. Fue así como se vio como en el caso de Vallejo de la Pava, que sacó la
cara por algunos eventos que valieron la pena. Lástima que era de buena clase y
sus empleados no le entendieron mucho lo que ella quería. Dígalo sino en la biblioteca Ramón Correa Mejía
donde hubo un evento al que no fueron invitados como nosotros, los pocos descendientes
del Doctor Correa Mejía, de los cuales no sabe, por lo que vemos, ni que
existimos, pero así es la vida y qué le vamos a hacer.
Pero hacer cosas así a la topa tolondra no es nada bueno.
Usted, señor Alcalde, tenía hasta buenas intenciones, hacer otro muro de Berlín
que partiera, como lo hizo, el centro de la ciudad.
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