De
figurante a dueño de la página
Aldemar
es un periodista de sangre que busca expresarse por medio de los diferentes
medios de comunicación contemporáneos, siempre con un ojo crítico y otro
investigativo sobre cada pieza escrita o audiovisual que realiza.
Aldemar Solano Peña nació en
Sesquilé, Cundinamarca, pero acogido por Pereira como un hijo. A pesar de no titularse
como periodista, se desenvuelve en este campo desde hace varios años y en
diferentes medios de la ciudad y Suramérica. “Ser periodista es una pasión que
se lleva en la sangre y que pocos hoy en
día la tienen”, afirma.
Este hombre, además de periodista, es un
apasionado por el cine y las artes audiovisuales y su experiencia en este campo
va más allá de ser un figurante con tres líneas en novelas como “Solterita a la
Orden” y “Rauzán”, o en series extintas de la televisión colombiana como “Padres e Hijos”. Su ímpetu por las artes
escénicas lo llevaron a presentarse para estudiar dirección de cine y televisión
en la Universidad Nacional en Bogotá, aunque no fue aceptado tampoco se vio derrotado
e ingresó al Colegio Superior de Telecomunicaciones donde estudió producción de
radio y televisión, siempre con la segura intención de producir mejores piezas
que las hechas armado de una filmadora VHS y un reparto conformado por todos
sus jóvenes amigos de Sesquilé.
Nido de cóndores
Su llegada a la capital de Risaralda en el
año 2004 fue netamente turística, pero ante propuestas laborales decidió
permanecer en la Perla del Otún hasta la fecha. Desde su llegada supo que en la
ciudad se había realizado una película en la década de los 20 y que hace parte
de los títulos míticos del cine colombiano, llamada “Nido de Cóndores”, título
que llevó a Solano a verse envuelto en una investigación sobre este filme del
cine mudo que mostraba el desarrollo y progreso del municipio y de la cual solo
se conserva un fotograma, pues “la cinta original fue arrojada a la basura,
según dicen, porque olía muy mal”, agrega Solano.
Como tributo, Solano Peña se
encuentra realizando “De regreso al Nido de Cóndores”, un argumental donde este periodista vincula
entrevistas, algunos apuntes sobre la vida de la protagonista de la primera
película, Inés Rendón, como también de Alfonso Mejía Robledo, quien fue su
director. “Nido de Cóndores quería mostrar la Pereira del año 1926 para que la
gente visitara a la ciudad, con ‘De regreso al Nido de Cóndores’ quiero hacer
un paralelo con lo que tiene para ofrecer Pereira ahora y poder incentivar el
turismo”, dice Peña.
En la actualidad Aldemar Solano graba un argumental de aproximadamente 60 minutos llamado “De vuelta al Nido de Cóndores”.
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Otra de las facetas de Solano es como
escritor, donde ha demostrado sus habilidades en el campo del periodismo
investigativo con la publicación del libro “Boleta de captura”, en el cual se
narra la historia vivida en el municipio de Quinchía, cuando bajo la excusa del
desmantelamiento de un frente del grupo guerrillero Ejército Popular de Liberación (EPL), se efectuaron capturas masivas de
personas que fueron vinculadas a un proceso judicial en el cual su inocencia
era más que segura, pero el afán del gobierno de turno llevó a la aparición de
testigos falsos con el fin de presentar avances en la lucha contra el
narcotráfico y el terrorismo. Dentro de las capturas realizadas en este municipio
se encontraban el alcalde de Quinchía, aspirantes a dicho cargo público y hasta
el comandante de bomberos, como también un sinfín de campesinos –entre ellos un
anciano invidente-, todos acusados por testigos falsos que llevaron a estas
personas a estar recluidos por meses de manera injusta.
“Escribir algo no es tan
fácil, pero la verdadera satisfacción es que a las personas que se vieron
afectadas les haya gustado lo que está plasmado en el texto, además de recibir
comentarios que motivan a seguir escribiendo, es la mejor sensación que se
pueda tener”, dice Solano Peña, mientras se sonroja un poco bajo un sol de
medio día.
Otras de las obras escritas
por Aldemar Solano es “Mitos de mi pueblo”, una recopilación de historias que
hacen parte de la tradición cultural de Sesquilé y que fue publicado
en el 2007.
Como periodista trabajó en la radio
comunitaria de su pueblo natal en el año 1998 y tres años después hizo parte
del equipo de radial de una emisora comunitaria de la red Quechua en Ecuador.
Fue el fundador del periódico Garabatos, con circulación en Sesquilé, En
Pereira se ha desempeñado como redactor de páginas económicas y regionales en
periódicos locales, como también corresponsal de EL Espectador, al igual que
periodista y presentador de noticias en canales de la ciudad.
Pese a su experiencia laboral
y cierta percepción frente a las nuevas generaciones de periodistas, afirma que
no desea vincularse a la academia debido a que el periodismo es casi una
necesidad del cuerpo que impulsa a estar en la calle con ansias de hacer
público lo que muchos desconocen.
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