miércoles, 16 de mayo de 2012

Cultura – teatro y radio


El Flaco Marín, filósofo de café

Mientras corría aquella noche compitiendo contra el reloj y el mal clima, me imaginaba por donde empezar aquella entrevista. No quería que mi entrevistado se sintiera presionado o que llegara a pensar que se trataba de un cuestionario más.

Al acercarme al punto de encuentro, a lo lejos se veía un hombre que lucía una boina negra y dejaba salir una delgada tirilla de humo de sus labios. Al llegar, interpelé de manera casi ingenua: “¿el señor José Fernando?”, a lo que responde “sí, usted debe ser Camilo”. No pude ocultar una sonrisa, ya que mi nombre es Antonio y ya me había presentado en varias ocasiones ante aquel que llaman “El Flaco Marín”, quien se define a sí mismo como un filósofo de café y opinador de todo.

Su autodefinición como filósofo de café se debe a que en estos sitios son los lugares que acogen a las mentes desadaptadas.   


Acabado el tabaco, comenzaba a narrarme la historia detrás de su apodo y de cómo en 1974 una mujer alemana llamada Ula –que nunca pudo pronunciar bien su nombre-, decidió llamarlo “Flaco” a causa de su “dificultad con el español y el olvido del alemán”.

Entretanto, se rompía hielo, la conversación fluía a ritmo de bossanova y me explicaba que su inclinación más inmediata en el mundo de las artes fue el teatro, dirigiendo casi todas sus acciones desde su infancia, la cual define como introvertida y manejando su soledad en la imaginación de los libros a diferencia de los demás pequeños de su generación. Iniciándose en la lectura con la mitología griega gracias a su padre Milcíades Marín, a quien después de muerto apenas lo llama como papá y quien le enseño la existencia de un sinfín de deidades mientras deleitaba a su hijo con sus narraciones.

De manera repentina dice “con dificultad terminé el Kinder”, y es que el aburrimiento de los claustros educativos  lo llevó a validar varios años pero “logre jubilarme en bachillerato del Desgracias Cardona no antes de negarme a recibir el cartón”, decía mientras se le dibujaba una risa irónica en su rostro.

Muchos conocen al Flaco Marín por su armoniosa voz en la radio aunque fue casi una casualidad ya que cierto día se presentó Eduardo Montoya, un amigo de su infancia quien fundó la primera emisora F.M estéreo de la región llamada Musicando, en la cual se realizaba un programa de música clásica en el cual Marín leyó el libreto y gracias a sus experiencia en el teatro conmociono al propietario de la emisora pero el Flaco al escuchar la grabación aseguraba que los oyentes creerían que estaban escuchando a Gloria valencia de Castaño”, pero su éxito fue tal que lleva ya 27 años con el programa La Buhardilla, donde comparte música de su gusto personal como Beethoven, pasando por Chopin y llegando a los Beatles  y que actualmente es transmitido en la Emisora Cultural Remigio Antonio Cañarte.

Otro programa que realiza Fernando Marín desde hace ocho años es “Hace Años en la Historia”, con el cual pretende generar memoria y asegura que solo en la memoria permanecen los personajes proscritos de la historia.

1 comentario:

  1. buenas tardes, quisiera saber si en algun sitio se pueden escuchar grabaciones de los especiales de la hora 23 de musicando stereo. gracias

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