Este no era el tema para mi columna de esta semana; sin embargo, por razones obvias, me siento
como colombiana, casi obligada a escribir sobre lo acordado ayer en La Habana;
algo que para muchos es el fin de la guerra y el principio de la paz. Y que
para mí, no es más que la ratificación de uno de los seis puntos que se vienen
discutiendo desde hace meses. Lo digo porque en los últimos dos años no hay un
enfrentamiento armado desgastante y ya son pocas las noticias de tomas y acciones
guerrilleras, para mí desde ese entonces arrancó el sueño de la paz. Aclaro, no
defiendo a ninguno de los bandos.
En La Habana llevan meses discutiendo los seis puntos clave del
acuerdo y lo pactado ayer como ya lo dije, responde a una dispisición armoniosa
de las partes en el punto 3, el cual se denominó “Fin del Conflicto” y en el que se contemplan: la reincorporación a la vida civil, las zonas de
concentración, el cese al fuego, la forma de dejar las armas, las garantías de
seguridad y el desvincular a los menores de las filas de las Farc. Por esta razón,
para mí ayer no fue un día de júbilo y celebración, como sí lo es para muchos y
lo respeto, cada quien se alegra y celebra lo que quiere; yo por mi parte
seguiré esperando la firma del acuerdo final y la puesta en marcha de la
estrategia del “postconflicto”, de la cual poco conocemos y sabemos.
Lo que cabe
resaltar es que, por primera vez, estamos frente a un acuerdo serio -me refiero
a que tiene garantías y verificación internacional- con un alto nivel en el
detalle del desarme, con un acompañamiento internacional y con la posibilidad
de ser refrendado. Creo que muchos tenemos dudas, debido a los errores que se
presentaron en los anteriores procesos, nueve para ser exactos; sin embargo, creo
que esta vez estamos más cerca que nunca.
Es por esto que
me alegra ver las redes sociales llenas de mensajes positivos y de gente
invadida por la emoción y el júbilo, pero también me surgen algunas dudas, pues
aparecen otros personajes que manifiestan rabia, dolor e indignación frente al
proceso, reclaman justicia y repelen la impunidad. Me surgen entonces la
pregunta: ¿esta es y será una paz para todos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario