La locomotora de la
prosperidad, anuncian las expectativas del cambio que se avecina, o al menos
eso parece según el nuevo gobierno local. Soy un joven pereirano, toda mi vida
mi familia se ha dedicado a animar iniciativas locales en la búsqueda de una
ciudad que nos permita adular con nuestras opiniones la aristocracia política,
hoy más espesa que la misma bruma en La línea.
Yo particularmente me
manifesté positivamente frente al marketing usado durante la campana del señor
Gallo, un manejo de redes impecable, una imagen de rechupete, todas las nuevas
herramientas tecnológicas desplegadas. Sin embargo, hoy me ocupa el pensamiento
la zozobra que se respira en la ciudad; o no está pasando nada o se están
confabulando acciones contundentes que permitirán a la ciudad vislumbrar un
horizonte prometedor.
Estoy convencido que
lejos de vivir un marketing inigualable en redes sociales, es fundamental la
experiencia que proponga ese marketing: acciones. Pereira requiere una intervención
inmediata, eso es como decía un gran maestro: diciendo y haciendo; quedarse en
la planeación entorpece la toma de decisiones y hace lentos los proceso, pues
bien, creo que ya pusimos bonito todo al interior de la alcaldía, organizamos a
los funcionarios y los estamos supuestamente seleccionando por competencias.
Entonces, ¿como pa’ cuándo?
Desde esta nueva ruta
del proyecto “VECINOS” invitaré a todos los de mi generación a unirse en la
búsqueda, proposición, auditoría de este gobierno. No nos podemos permitir un
fracaso más en la gerencia de una ciudad tan maravillosa y pujante como lo es
esta, requerimos más que nunca un buen administrador que planee, ejecute y
cree, para que esto no pase de la locomotora de la prosperidad a la cafetera.
Fotografia: de la mano con Lucia Correa.
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