domingo, 23 de noviembre de 2014

Opinión / Los perros viven...

Pero lo más triste, el Código Civil de 1867 trata a los animales como simples “bienes” y no como seres vivos. ¡Por Dios! Seguimos con leyes de siglos pasados, cuando los perros eran considerados como bienes y por ellos tenían que pagar impuestos sus propietarios.

Por Adriana Mercedes Marín Pinilla
Todos los días se producen noticias que nos generan alegría o mucha tristeza, y en algunos casos admiración, como la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea que por primera vez en la historia llega a un cometa; pero otras realmente me causan escozor porque es la mano del hombre, supuestamente la inteligencia superior, que causa daño a seres que sólo dependen de nosotros.

Todavía están en mi mente las imágenes de la mujer, una educadora, que protagonizó un inhumano acto de abuso contra una de sus mascotas. En esa oportunidad, las autoridades dijeron que podría ir a la cárcel o recibir una fuerte sanción económica.

Y de inmediato se presentaron voces de protesta para que la profesora fuera sancionada con mayor severidad. Pero las autoridades nada más pueden hacer, están maniatadas, porque en Colombia sólo existe la Ley 84 de 1989 que adoptó el Estatuto Nacional de Protección de los Animales, creando sólo unas contravenciones;  establece penas de arresto de uno a tres meses y unas irrisorias multas de $5.000 a $50.000.

Pero lo más triste, el Código Civil de 1867 trata a los animales como simples “bienes” y no como seres vivos. ¡Por Dios! Seguimos con leyes de siglos pasados, cuando los perros eran considerados como bienes y por ellos tenían que pagar impuestos sus propietarios. De ahí que se impuso la moda de cortarle la cola a los peludos porque eso quería decir que era un perro de trabajo, y de esa forma se ahorraban dicho impuesto. Esa costumbre se implementó en los países nórdicos hace muchos pero muchos siglos; sin embargo, en Colombia es como si estuviéramos paralizados en ese tiempo, sin evolucionar.

Seguramente si ellos tuvieran voz y también voto no cometerían los errores que siempre cometemos en las urnas al elegir a ciertos “animales”. Pero como no tienen voz y mucho menos voto, está en nuestras manos trabajar para que esas normas cambien y dejen de ser contravenciones. Es hora de que se empiece a hablar del maltrato como un delito.

Mientras tanto seguimos viviendo un drama ante la falta de herramientas legales que impidan que los atropellos queden en una simple contravención.

Quiera Dios que el proyecto de ley que radicó el Representante a la Cámara, Mauricio Salazar, que busca endurecer las penas contra quienes abusan de los animales en Colombia, tengan respuestas efectivas... aunque lo dudo...

Aprovechando que empezamos la navidad, época en la cual florecen todos esos sentimientos lindos que tenemos los seres humanos, te invito a hacer un acto de solidaridad con algún peludo que te encuentres en la calle.


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