Pero lo más triste, el Código Civil de 1867 trata a los animales como simples “bienes” y no como seres vivos. ¡Por Dios! Seguimos con leyes de siglos pasados, cuando los perros eran considerados como bienes y por ellos tenían que pagar impuestos sus propietarios.
Por Adriana Mercedes Marín Pinilla
Todos los días se producen
noticias que nos generan alegría o mucha tristeza, y en algunos casos
admiración, como la misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea que por
primera vez en la historia llega a un cometa; pero otras realmente me causan
escozor porque es la mano del hombre, supuestamente la inteligencia superior,
que causa daño a seres que sólo dependen de nosotros.
Todavía están en mi mente las
imágenes de la
mujer, una educadora, que protagonizó un inhumano acto de abuso contra una de
sus mascotas. En esa oportunidad, las autoridades dijeron que podría ir a la
cárcel o recibir una fuerte sanción económica.
Y de
inmediato se presentaron voces de protesta para que la profesora fuera sancionada
con mayor severidad. Pero las autoridades nada más pueden hacer, están maniatadas,
porque en Colombia sólo existe la Ley 84 de 1989 que adoptó el Estatuto Nacional
de Protección de los Animales, creando sólo unas contravenciones; establece penas de arresto de uno a tres meses y unas
irrisorias multas de $5.000 a $50.000.
Pero lo más triste, el Código Civil de 1867 trata a los animales como simples
“bienes” y no como seres vivos. ¡Por Dios! Seguimos con leyes de siglos
pasados, cuando los perros eran considerados como bienes y por ellos tenían que
pagar impuestos sus propietarios. De ahí que se impuso la moda de cortarle la
cola a los peludos porque eso quería decir que era un perro de trabajo, y de
esa forma se ahorraban dicho impuesto. Esa costumbre se implementó en los
países nórdicos hace muchos pero muchos siglos; sin embargo, en Colombia es
como si estuviéramos paralizados en ese tiempo, sin evolucionar.
Seguramente
si ellos tuvieran voz y también voto no cometerían los errores que siempre
cometemos en las urnas al elegir a ciertos “animales”. Pero como no tienen voz
y mucho menos voto, está en nuestras manos trabajar para que esas normas
cambien y dejen de ser contravenciones. Es hora de que se empiece a hablar del
maltrato como un delito.
Mientras
tanto seguimos viviendo un drama ante la falta de herramientas legales que impidan
que los atropellos queden en una simple contravención.
Quiera
Dios que el proyecto de ley que radicó el Representante a la Cámara, Mauricio
Salazar, que busca endurecer las penas contra quienes abusan de los animales en
Colombia, tengan respuestas efectivas... aunque lo dudo...
Aprovechando que empezamos la
navidad, época en la cual florecen todos esos sentimientos lindos que tenemos
los seres humanos, te invito a hacer un acto de solidaridad con algún peludo
que te encuentres en la calle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario