Queda, entonces, el aprendizaje y la necesidad de pensar de manera más acertada quiénes serán esos candidatos que se presentarán ante la ciudadanía para obtener su favor y así regir los destinos de Pereira, una ciudad que es un ejemplo particular de urbe adornada por características que le permiten destacarse en el plano nacional.
La ciudad se prepara para un esperado
proceso electoral con la escogencia de su nuevo Alcalde para el periodo
2016-2020 y, además, la elección de los concejales que acompañarán o cuestionarán
las decisiones del mandatario electo.
Estos casi tres años de
administración del alcalde Enrique Vásquez Zuleta han sido de mucha
controversia y de una marcada imagen desfavorable entre la opinión pública en
general –tanto líderes como ciudadanos del común–. Eso se desprende de los
comentarios generalizados en contra suya y de las mismas encuestas realizadas
por empresas nacionales encargadas de tales tareas.
Queda, entonces, el aprendizaje y
la necesidad de pensar de manera más acertada quiénes serán esos candidatos que
se presentarán ante la ciudadanía para obtener su favor y así regir los
destinos de Pereira, una ciudad que es un ejemplo particular de urbe adornada
por características que le permiten destacarse en el plano nacional. Su
ubicación geográfica, las bondades en los recursos naturales, el don de sus
gentes, todo esto y mucho más se suma para que la ciudad tuviera un mayor
protagonismo en Colombia. Protagonismo que, de hecho, ha perdido por el manejo
errado por parte de las recientes administraciones.
Hay muchos intereses en juego y
desde ya la lista de precandidatos luce extensa y diversa. VECINOS, fiel a su derrotero
de no tomar partido por candidato alguno, no ofrece guiño por personaje
determinados en este momento ni lo hará en el futuro. Pero como medio que
piensa la ciudad, sí aboga por la necesidad de replantear las exigencias que la
ciudadanía debe hacer a sus gobernantes. He aquí algunas de ellas:
a.
Destacar la manifiesta independencia del
gobernante, a pesar del apoyo necesario de sectores políticos determinados. Un
mandatario atado por compromisos y, peor aún, suplantado en su función de
mando, es un desastre para cualquier proceso de administración. Los apoyos se
deben agradecer, pero de ninguna manera deben imponerse a los intereses
colectivos.
b.
Exigir solvencia moral para enfrentar de manera
clara y transparente las múltiples decisiones que marcan la acción de gobernar.
En un ambiente tan enrarecido como el nuestro, donde las microempresas
electorales suplantan a los partidos, transmitir imagen honesta y de carácter
se convierten en necesidades imprescindibles.
c.
Demostrar adecuada preparación académica y de
gestión. La renovación es necesaria, pero aquellos nuevos dirigentes deben
prepararse de manera suficiente para dirigir una ciudad que se acerca al medio
millón de habitantes y que tiene un presupuesto superior a 661 mil millones de
pesos este año.
d.
Tener la suficiente firmeza para elegir a sus
inmediatos asesores a través de los méritos y no por las presiones indebidas de
aquellos que lo llevaron al poder. Una ciudad del talante de Pereira demanda
profesionales de las mayores calidades, personas que tengan a su vez la ciudad
en la cabeza.
e.
Alguien que ame a esta ciudad, que no haga de
ella un trampolín para cumplir con sus apetitos personales.
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