Establecimientos
comerciales e industriales laboran en la madrugada e interrumpen el descanso de
los residentes. Además, los clientes generan trancones al parquear sus carros
en una pequeña calle de doble sentido.
Por: María Camila Guzmán
Cataluña, unidad residencial ubicada
en la Avenida 30 de Agosto, se ve afectada directamente por ruidos generados
por diferentes establecimientos. El problema, que se presenta hace más de cinco
años, parece no tener solución.
El conjunto, conformado por cuatro
edificios, ha tenido que lidiar con el ruido que generan las fábricas Ponkes,
Agujas Norma, gimnasio Ares y el restaurante Patagonia, entre otros
establecimientos. El ruido que más interrumpe la calma de los residentes
comienza a la 1 de la mañana y se termina a las 4:30 am. Fuertes martillazos y
zumbidos producidos por maquinaria pesada despiertan a las personas que optan
por abrir sus ventanas y gritar hasta que los sonidos comienzan a reducirse.
La problemática radica en que esta
área de Pereira es considerada una zona mixta, es decir, en el territorio está
permitida la construcción y el funcionamiento de establecimientos comerciales, industriales
y residenciales. Todos deben convivir, así los ruidos que generen las máquinas de
producción, las cocinas y demás, afecten directamente la tranquilidad de los habitantes
del conjunto.
Raquel Roldán, administradora de
Cataluña desde hace dos meses, asegura que “es un problema difícil de
solucionar porque no se ha recibido ayuda por parte de la Alcaldía, ya que tras
una reunión con los residentes y una queja a la Procuraduría (exactamente a
quejas y planeación jurídica) no hay respuestas que garanticen una mejora en
dicha complicación”.
Ángela Zuluaga, abogada y residente de
Cataluña, ha intervenido en el caso, pero sus acciones no han tenido resultados
satisfactorios, ya que los procesos han sido ignorados por parte de las autoridades
de la ciudad.
Los habitantes afirman que seguirán
dando la pelea; poder dormir en paz es el sueño de Cataluña.
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