Hace 18 años que Oncólogos de Occidente trata a pacientes con cáncer y
hoy no solo ofrece tratamientos contra esta enfermedad, también brinda un
acompañamiento integral que ha garantizado el éxito de los casos en la batalla
contra la muerte.
En su largo proceso empresarial, esta
clínica, que brinda sus servicios a pacientes del Eje Cafetero y Norte del
Valle, pudo observar cómo algunos pacientes terminaban abandonando el
tratamiento por falta de recursos económicos, entre otros factores que les
impedían seguir adelante de la mano de profesionales y es así como se crea la
Fundación, un proyecto de responsabilidad social empresarial que hoy es aplaudido
a nivel local y nacional.
La Fundación Oncólogos de
Occidente, una entidad sin ánimo de lucro, fue constituida legalmente ante la
Cámara de Comercio en el 2006 y desde entonces viene trabajando para mitigar el
impacto psicosocial y psicoemocional que se genera, tanto en el tratado como en
su familia, el proceso contra el cáncer, mejorando su calidad de vida.
“En el 2003 es cuando el doctor
Marco Aurelio Franco, socio de la clínica, encuentra que el paciente no solo
tiene la necesidad clínica y quirúrgica de su enfermedad, sino que también
requiere una serie de apoyos emocionales para sobrellevar la misma enfermedad; tres
años después se crea la fundación”, manifiesta Ana Lucía
González García, Coordinadora Ejecutiva de la Fundación.
Este proceso de responsabilidad
social empresarial es desarrollado en la actualidad a través de 14 programas correspondientes
a la asistencia psicosocial, terapéutica, económica, recreativa, nutricional,
académica e investigativa, dirigidos a la promoción de la salud y prevención
del cáncer.
El primero de ellos es denominado
por la Fundación como “Lazos de amor”, a través del cual sus coordinadores
buscan encaminar todos los recursos de la empresa privada y dirigirlos a la
fundación; en este programa el sector público participa a través de convenios
en los que se trabajan por objetivos específicos.
El segundo programa corresponde a
la intervención psicosocial, con el cual se busca garantizar la adherencia al
tratamiento y la calidad de vida del paciente durante su proceso. En este
además hay atención de trabajo social, seguimiento telefónico, atención
psico-oncológica, actividades lúdico recreativas, intervención en cuidado
paliativo, campañas de promoción y prevención y atención gerontológica.
La asistencia económica también
hace parte fundamental del proceso y es a través de esta que pacientes de
escasos recursos han ganado otra oportunidad frente a la muerte. En este
programa, además de auxilios de transporte, la Fundación ofrece auxilios de
alimentación para los acompañantes, mercados en los que se incluyen suplementos
vitamínicos, hospedaje en hogares de paso. En este programa participan de
manera activa los “Padrinos”, terceros que brindan sus recursos para garantizar
la efectividad del proceso del paciente.
El cuarto programa tiene que ver con la adherencia al
tratamiento y es aquí donde profesionales de la entidad de se encargan de realizar
llamadas de seguimiento, visitas domiciliarias, consultas con especialistas y
actividades grupales.
La Fundación también ofrece a sus pacientes terapia de la
Risa, a través de su personaje el Doctor Feliz, y terapia musical por medio del grupo Estigma, quienes logran
de una simple forma sacar del monótono contexto al paciente y hacerlo reír por
un buen rato.
Oncólogos cuenta con su propio equipo de voluntarios quienes
participan de manera activa en los proyectos de consecución de recursos para la
Fundación y acompañan a los pacientes tanto en salas de quimioterapia como de
espera; así mismo, estos voluntarios vienen trabajando el programa “Tu pelo es
mi alegría”, que consiste en la confesión de gorras con cabello para mitigar la
pérdida del mismo por el tratamiento, pelucas que son entregadas de manera
gratuita a todas las pacientes.
“Tenemos el grupo de apoyo Renacer, el cual brinda
acompañamiento psicoterapéutico, educativo, recreativo y ocupacional a las
pacientes con cáncer con el fin de mejorar su calidad de vida”, agrega González.
Finalmente, la Fundación también busca generar hábitos de
vida saludable en sus pacientes y promueve la práctica del yoga como componente
fundamental para trabajar mente, cuerpo y espíritu al tiempo, completando su
tratamiento clínico y quirúrgico.
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