El barrio Mejía Robledo tiene el lote y tiene lo que parece ser un caseta comunal; el único problema es que está sin techo, no hay división interna y no tiene piso.
"La falta de líderes en el barrio hecho que tengamos varias necesidades, pero las más grande es la falta de una caseta comunal mejoradas", afirma Alejandra Cardona, quien hace las veces de líder comunitaria.
Son más de 10 años los que llevan sin poder usar el espacio porque no existen los recursos económicos para montarle techo, y menos para ponerle piso. Hoy la caseta comunal se resume a un lote lleno de maleza, y tres muros con grafías que le suman un poco de imagen.
"Una caseta en el barrio Mejía Robledo sería de mucha utilidad para los niños, para los adultos de la tercera edad; sería una oportunidad muy grande para la comunidad", explica Cardona.
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