Durante recorrido en la Av. Ferrocarril usuarios del sistema se trasladan de un articulado a otro por fallas mecánicas. |
Docenas de trabajadores se apostaron en la entrada del parqueadero de Promasivo. Álvaro López y Paola López, directivos de la empresa, llegaron a media mañana para dialogar con los manifestantes. |
Nuevamente los conductores de Promasivo entraron a paro en la mañana de este jueves, alegando falta de garantías en las prestaciones sociales, en el pago de primas y, lo más preocupante, en el mantenimiento mecánico de los articulados y alimentadores.
Quejas por los constantes incumplimientos por parte del operador de la cuenca de Cuba, Promasivo, exteriorizaron medio centenar de empleados ubicados en las afueras del parqueadero de la entidad.
Mientras John Jairo Vélez, uno de los representantes de los trabajadores, informaba sobre los avances en la mesa de diálogo, varios de sus compañeros demostraban su inconformidad y expresaban las diferentes observaciones. Fueron reiterativos los reclamos originados en el mantenimiento inadecuado de los buses pertenecientes a este operador.
De hecho, uno de los conductores manifestó: "en cualquier momento puede pasar una tragedia, ¿se imaginan un carro de estos tan grandes sin frenos todo el daño que puede causar?".
En la estación principal de Cuba la soledad reinaba, mientras el número de vehículos era mínimo, escasamente los articulados del otro operador, Integra.
Promasivo, una de sus empresas operadoras, alega que Megabús ofertó el contrato prometiendo una cantidad de usuarios suficientes para poder mantener un servicio estable. Hasta la fecha esa promesa de usuarios no se ha cumplido por diferentes razones, entre las que están el transporte pirata del que tanto se han quejado el sistema en general. Promasivo expone que con la poca cantidad de usuarios no se ha podido recoger los dineros suficientes para mantener sus flotas en buenas condiciones y, en consecuencia, cumplir con las garantías laborales a sus trabajadores, el mantenimiento mecánicos de sus flotas.
Mientras John Jairo Vélez, uno de los representantes de los trabajadores, informaba sobre los avances en la mesa de diálogo, varios de sus compañeros demostraban su inconformidad y expresaban las diferentes observaciones. Fueron reiterativos los reclamos originados en el mantenimiento inadecuado de los buses pertenecientes a este operador.
De hecho, uno de los conductores manifestó: "en cualquier momento puede pasar una tragedia, ¿se imaginan un carro de estos tan grandes sin frenos todo el daño que puede causar?".
En la estación principal de Cuba la soledad reinaba, mientras el número de vehículos era mínimo, escasamente los articulados del otro operador, Integra.
Promasivo, una de sus empresas operadoras, alega que Megabús ofertó el contrato prometiendo una cantidad de usuarios suficientes para poder mantener un servicio estable. Hasta la fecha esa promesa de usuarios no se ha cumplido por diferentes razones, entre las que están el transporte pirata del que tanto se han quejado el sistema en general. Promasivo expone que con la poca cantidad de usuarios no se ha podido recoger los dineros suficientes para mantener sus flotas en buenas condiciones y, en consecuencia, cumplir con las garantías laborales a sus trabajadores, el mantenimiento mecánicos de sus flotas.
Además, el operador Promasivo debe pagar una multa sancionatoria mensual de 20 millones de pesos, debido al incumplimiento en lo contratado. Esto, sumado a que Promasivo en días pasados anunció demanda contra Megabús por incumplimiento en concesión de contratos, la demanda iría hasta por un valor superior a los 35 mil millones de pesos.
Mientras el operador le echa la culpa a Megabús, éste culpa al operador, y los usuarios en su mayoría de la cuenca Cuba insatisfechos con el servicio e insinuando marchas en contra de Megabús, aludiendo falta de respeto con el ciudadano que está pagando un transporte que no le ofrece garantías.
Mientras el operador le echa la culpa a Megabús, éste culpa al operador, y los usuarios en su mayoría de la cuenca Cuba insatisfechos con el servicio e insinuando marchas en contra de Megabús, aludiendo falta de respeto con el ciudadano que está pagando un transporte que no le ofrece garantías.
Cien veces al mes articulados presentan algún tipo de dificultad en el transcurso de su recorrido, obligando a los usuarios a bajarse a mitad de camino y trasladarse a otros articulados para poder llegar a su destino final.
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