En el mundo actual todo debe
tener un perfil: los negocios, las instituciones, las personas, hasta las
ciudades deben contar con uno ¿y cual es el perfil de “La perla del Otún”? No es necesaria mucha imaginación,
pues los gobiernos echan mano de lo que más cerca o más visible tienen.
Difícilmente del perfil de una ciudad se dirá: Pereira, la ciudad más lectora
del Eje Cafetero, la ciudad del amor en
Colombia, la ciudad cultural por excelencia. Aunque eso puede ir como agregado,
las prioridades suelen ser otras: la industria, el comercio, la tecnología, los
recursos naturales.
Como por especular no cobran y
acá tampoco pagan, yo prefiero especular sobre qué sería el mundo de los
planificadores y de los urbanistas si imagináramos otros perfiles distintos
para las ciudades. ¿Qué pasaría si Pereira fuera la “Capital del amor” y no “capital del Eje cafetero”? Lo primero
por definir sería si amor a secas o un amor específico.
La
definición del término oscila entre un
sentimiento de vivo afecto e inclinación por una persona u otro ser vivo al que se le desea todo lo bueno, o un
sentimiento de intensa atracción emocional y sexual hacia una persona con la
que se desea compartir una vida en común. Si el perfil de Pereira fuera el de
capital del amor en Colombia, el día del amor y la amistad tendría en la
capital de Risaralda una verdadera apoteosis, promoveríamos el afecto en todas
las esferas de nuestra vida y haríamos del erotismo y el deseo un elemento
fundamental de esta ciudad, más allá del moralismo o de las preocupaciones bien
importantes acerca de la salud pública.
Foto tomada de pinteres.
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