Amo a la Pereira “optimista”
Por: Adriana Mercedes Marín P.
Mi
amor hacia Pereira crece como esos amores locos de juventud. Cada día debo
agradecerle porque me ha permitido construir las cosas más maravillosas en mi
vida.
Ella
es inquebrantable. No deja de sorprenderme. Y así esté pasando por una especie
de orfandad en materia de liderazgo político, sus habitantes no pierden ese
optimismo que siempre los ha caracterizado para sacar avante una ciudad que
creció en medio del civismo.
Así
queda demostrado en el último informe realizado por “Pereira cómo vamos” sobre
una encuesta de percepción ciudadana en el 2014; se concluye que “Pereira, en el 2014, es una ciudad más optimista, donde
la gente vive satisfecha...”
Juro por Dios, que
esos resultados me sorprendieron, pues creía ser una persona optimista; sin
embargo, no estoy satisfecha con la Pereira que veo. Pero prometo que me
llenaré de más optimismo para el 2015. Desde ya es mi propósito.
Para entender mejor
el término “optimismo”, recurrí a Wikipedia y me encontré con esta descripción:
“Las personas
optimistas apenas padecen estrés, están más relajadas que los pesimistas y se
encuentran más conectadas con todo, y por ello es más fácil que les surjan
ideas; son más receptivas y fértiles por lo que suelen ser más creativas”.
Debo confesarles
que me encantó esa descripción y empecé a tener ideas como que el Alcalde de
Pereira o el Gobernador de Risaralda van a convertirse en aliados
incondicionales para impedir que la Empresa de Energía de Bogotá siga instalando
las torres en el sector de Barbas-Bremen, una de las pocas reservas naturales
que todavía conservamos en nuestra optimista Pereira.
También me
surgieron otras ideas como que las redes sociales, en especial Facebook, que se
ha convertido en una especie de confesionario de este siglo donde buscamos el
reconocimiento y el apoyo de los demás, será utilizado para movilizar a todos
los pereiranos en torno a campañas relacionadas con los temas de seguridad,
convivencia ciudadana y de medio ambiente.
Tal vez estoy
siendo demasiado optimista; pero bueno, como estamos en época de
reconciliación, de paz y de celebraciones de Navidad, seguiré con ese espíritu
soñador, imaginando una Pereira rodeada de verdaderos líderes, una Pereira con
bajos niveles de desempleo y una Pereira segura.
De todas formas, la
Pereira optimista es la que amo porque aquí es donde tengo a las personas que
más quiero: mi familia y mis amigos. A todos les deseo una ¡Feliz Navidad! y un
próspero año 2015 lleno de mucho optimismo.
DESTACADO
De todas formas, la
Pereira optimista es la que amo porque aquí es donde tengo a las personas que
más quiero: mi familia y mis amigos.
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