Estas funciones gratuitas forman parte de la programación de Navidad Cultural que realiza Instituto Municipal de Cultura y Fomento al Turismo.
Con funciones el viernes 12 de diciembre, a las 6:00 p. m., en la Caseta Comunal, Corregimiento La Florida; el lunes 15 de diciembre, a las 5:00 p. m., en el Jardín Perlita del Otún de la Ciudadela Tokio; y el martes 16 de diciembre, a las 2:00 p. m., en la Fundación Enfances, en el Barrio La Rivera, se llevará a cabo la presentación de la obra infantil de Teatro El Paso: Rafael y la ventana de los cuentos -que participó del Festival Iberoamericano de Muñecos de Manizales en el 2011, del Programa para la Primera Infancia de Idartes de Bogotá en el 2013, del Plan de Bibliotecas de Comfamiliar Risaralda-.
“Queremos que nuestros niños y niñas tengan una posibilidad de apreciar expresiones artísticas diferentes a las ya tradicionales de navidad. Ese ha sido el propósito general de la programación de navidad que ha preparado el instituto y que buscamos que se consolide como un hecho característico de la ciudad en el futuro”, expresó la directora del Instituto Municipal de Cultura y Fomento al Turismo, Adriana Vallejo de la Pava.
Sinopsis de la obra
“Una mañana de mayo él despertó, tiempo después se dio cuenta que su historia perdió”.
Entre fantasía y realidad la distancia se acorta con un paso. Rafael conoce bien el camino, lo recorre a diario y así alimenta los cuentos que escribe, pero su andar será bloqueado y estará obligado a olvidar el sendero entre lo fantástico y lo real, pues los personajes de la vida ordinaria que le rodean consideran que esta senda en la vida de un niño carece de futuro y que su viaje entre la fantasía no es más que una locura desatada y una negación a la existencia –según el doctor Suárez, psiquiatra que con la ayuda de su secretario intentará curar a Rafael–. Sus padres lanzan a la basura sus escritos y ello condena a ese mundo lejano de la fantasía a la muerte y el olvido. Los personajes –que ahora se han quedado sin palabras– no tienen más opción que cruzar el puente de la fantasía, llegar al mundo real, capturar al pequeño escritor y llevarlo a su mundo para hacerle un juicio y exigirle que explique por qué dejó de surcar el camino que les otorgaba la vida y el por qué de la pérdida de sus sueños. Rafael se da cuenta de que es necesario franquear la distancia que lo aleja de la imaginación y surcar en lo profundo de su sensibilidad para resistir ante la idea de borrar el niño que se lleva dentro.
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