La única fuente abastecedora de agua potable con la que cuenta Pereira es
el río Otún y ofrece un servicio acorde con las necesidades actuales; sin
embargo, fenómenos climáticos o sísmicos, ambos de carácter extremo, podrían
dejar sin agua a toda la ciudad. Expertos aseguran que se requiere estudiar
nuevas opciones para no sufrir una crisis futura.
Hace más de seis décadas que
visionarios manifestaron la necesidad de proteger la cuenca del río Otún como
tesoro hídrico de la ciudad; hoy expertos ambientalistas aplauden la decisión
que incluso trajo consigo una ley directa desde el Congreso de la República y
que en la actualidad permite a la capital de Risaralda contar con la fuente
hídrica mejor conservada de todo el país.
Carlos Victoria |
Sin embargo, el Otún es la única
fuente de abastecimiento con la que cuenta hoy la ciudad, a pesar de estar
rodeada por otros ríos y quebradas, algunos de los cuales se estudian como
opción provisional a una posible falta de agua.
“Estar blindados en este
territorio es imposible, se han tomado medidas de mitigación y mejoramiento de
las condiciones del río Otún; en cuanto a que se acaba por un Fenómeno del Niño
la conclusión del balance hídrico es que si el río se queda sin agua, es si no
apagar y vámonos todos, porque en los Andes no va a ver agua”, explica Jorge
Hernán Marulanda, jefe de Gestión Ambiental de la empresa Aguas y Aguas de la
ciudad.
Jorge H. Marulanda |
El experto, a su vez, da un parte
de tranquilidad a los pereiranos, pues a pesar de que la situación puede sonar
dramática, hace ya varios años que se le viene apostando a la conservación de
esta fuente, hecho que se ve reflejado en los constantes estudios realizados
por la empresa en los que se demuestra que hay unas condiciones que son
tranquilizadoras en el corto y mediano plazo.
“La fuente se viene manejando de
forma ejemplar por más de 60 años. La cuenca alta desde el Nevado de Santa
Isabel hasta la quebrada La Cristalina en San José, un 40%, equivalente a 30
mil hectáreas aproximadamente, están dedicadas a la protección. Como reflejo de
esta actividad encontramos que los resultados del último balance hídrico de
todo lo que está ubicado a un costado occidental de la Cordillera Central
colombiana -Pereira, Dosquebradas y Santa Rosa de Cabal- son tranquilizadores”.
Juan Mauricio C |
De otro lado, Juan Mauricio
Castaño, docente de la facultad de Ciencias Ambientales de la UTP, asegura que
en la ciudad no se han evaluado otros recursos como lo son aguas subterráneas,
fuentes que podrían responder a la necesidad del líquido preciado ante un
posible desabastecimiento.
“Estamos en una zona sísmica y
puede que mañana tengamos un súper terremoto que nos va a demostrar que las
sociedades humanas no son infalibles ante eventos extremos; en esta zona por supuesto
que somos vulnerables porque tenemos una única fuente de abastecimiento; ciudades
como Medellín y Bogotá captan de múltiples fuentes, son más resistentes. Nosotros
no hemos evaluado la capacidad de un recurso que no explotamos como ciudad y me
refiero a las aguas subterráneas, necesitamos unos estudios de mayor detalle
sobre la oferta real”.
El especialista asegura que, en
el caso del río Otún, en condiciones normales la ciudad no tendría problemas y
esto debido a que la cuenca es la mejor protegida alrededor del macizo volcánico
del nevado; sin embargo, hablando en términos climáticos, no se podría saber
qué ocurrirá en un futuro.
El Consota
Pensando en posibles soluciones a
un caso extremo en el que la Perla del Otún se quedara sin agua, Jorge Hernán
Marulanda, asegura que el Consota no sería la respuesta, no solo por nivel de
contaminación a raíz del descontrolado crecimiento urbano, sino también por el
nivel del caudal.
“En el primer balance hídrico
hecho por Aguas y Aguas se identificó que en el río Consota, que podría ser una
fuente confiable para la ciudad, no hay caudal, no hay suficiente agua y donde
tenemos caudal no tenemos calidad”.
Carlos Victoria, docente universitario,
critica el hecho que en su momento se haya trabajado por la conservación del
Otún y no se haya hecho nada por el Consota; así mismo analiza la situación actual
de los acueductos rurales. “Después de 60 años no hemos vuelto a hacer nada, lo
que vemos hoy es todo lo contrario, por lo menos en el caso del Consota. El desorden
en la cuenca, por lo menos en el campo de la licencia de construcción, algunos
que han comprado vivienda no tienen agua como lo es el caso de Tribunas - Córcega”.
Crisis rural
La actual crisis de
desabastecimiento que sufren cerca de nueve acueductos rurales de la ciudad, no
escapa a la discusión en Café con Vecinos; el café, la falta de capacitación y
la misma infraestructura, son señalados como los desastres que conllevan hoy a
la situación.
“Toda la bonanza cafetera de los
años 70 se relaciona con dos fenómenos porque estas zonas rurales tenían
cobertura de acueducto porque se llevó agua para el beneficio del café; uno de
los desastres ambientales del Eje Cafetero es el café, porque cuando se toma la
decisión de aumentar el número de árboles por hectárea, se tumban otras
especies y se extienden la frontera agrícola hasta el borde de la quebrada, primer
causante de lo que hoy vemos como escasez de agua”, explica Castaño.
El especialista también atribuye
la crisis de los acueductos rurales al desperdicio del líquido. “En La Bella,
de cada 100 litros que toman, 70% se puede perder en la tubería por
infraestructura vieja o porque no existe la estructura administrativa o el
soporte institucional que les ayude a corregir eso”.
Castaño puntualiza además que a
pesar de la voluntad de los líderes de comunidad, la falta de competencias
también se refleja en el desabastecimiento. “Los cafeteros entregaron a la
comunidad organizada los acueductos porque para operarlos tenían que
convertirse en empresa prestadoras del servicio; pero no bastó solo la
voluntad, ese tema necesita de competencias, gente de muy buena voluntad
administrando los sistemas, pero que no saben cómo se hace”.
Carlos Victoria también analiza
la siembra de coníferas como posible detonante de un desabastecimiento total para
el futuro en el área rural, con actividades agrícolas realizadas para el
beneficio económico de las grandes empresas multinacionales y que, a su forma
de ver, representan una amenaza para la comunidad.
Dato
1.3 metros cúbicos de agua por
segundo son usados para el abastecimiento de la ciudad; en 1992 el consumo de
agua estaba en 30 metros cúbicos mensuales por familia, hoy está en 14 metros, con
tendencia a la baja.
Foto principal: La única fuente de abastecimiento con la que cuenta
la ciudad es el río Otún. Hoy el Gobierno Nacional destina recursos para la
instalación de sistemas de desechos que perjudiquen en lo menos posible el
caudal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario