Hace alrededor de 11 años que se
construyó esta caseta para reorganizar a los vendedores de comida del parque
lineal del sector aeropuerto y hoy en día solo cumple la función de parqueadero
de motos y diferentes puestos de ventas ambulantes.
Cerca de ocho mil pesos por
semana es lo que le paga cada vendedor a Iván López, vecino del sector por
cuidar los diferentes puestos ambulantes que los fines de semana hacen su
agosto gracias a los turistas que visitan el zoológico y el aeropuerto.
La causa principal de que esta
caseta no haya tenido éxito nace por el abandono de las diferentes
organizaciones municipales y la poca
visibilidad que tenían los vendedores de comida desde el exterior, lo cual hizo
bajar sus ingresos y los llevó a tomar la decisión de abandonar el lugar y solo
usarlo como parqueadero.
A pesar de ser una estructura con
más de diez años de construcción, está en buen estado y se podría aprovechar
mejor, ya que cuenta con herramientas como lavaplatos y extractores de humo que
harían más fácil la venta y producción de alimentos a los comerciantes para los
que fue construida inicialmente esta caseta.
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