Se ha vuelto costumbre los bailes de la Selección después de cada gol, bailes que contagian a todo un país. |
El triunfo ante un rival como Costa de Marfil nos pone a soñar con grandes cosas en el mundial; ante Grecia, el debut y la celebración un poco prematura dejó ver las ansias de 16 años de ausencia de la tricolor en la cita orbital; pero este, el 2-1 frente a la potente Costa de Marfil ya es otro cuento.
Como no sería tan evidente en ninguno de los partidos de la eliminatoria, Colombia hoy demostró que el corazón y la camiseta también juegan; y es que no es para menos con más de 47 millones de colombianos haciéndole fuerza desde aquí, desde la querida patria y casi 60 mil en territorio brasilero.
Este resultado ya pone a los seleccionados por Pekérman en una posición de ambicionar más en el mundial, ganarle a Grecia no fue lo mismo, un cómodo 3-0 en su primer partido, una celebración que hasta medios internacionales dieron como apresurada; este, dirán los mismos medios internacionales, si es apresurada celebrarla o no; cuando además de técnica, lo que se vio en la cancha fue corazón.
El primer gesto de corazón en la cancha lo mostró Serey Die, el volante marfileño no pudo más que dejar que el sentimiento de dolor fluyera ante las cámaras que no dudaron en poncharlo una y otra vez, el motivo, un himno entonado con las fibras del alma, y el orgullo de representar a su país y de paso cumplir el sueño de todo futbolista, las mismas emociones que mueven al jugador de fútbol cuando toca una pelota.
Partido:
El partido inició con dos equipos muy preparados, el estudio que se dio el uno al otro antes de llegar al estadio Nacional de Brasilia permitió que en el primer tiempo el 0-0 fuera el mejor show. ambos equipos tuvieron opciones claras de gol, como la de Teófilo que frente a la portería se pifia y envía la brazuca lejos, alivio para Boubacar Barry, portero rival. Gervinho, el 10 marfileño y una de las figuras de los elefantes africanos tampoco pudo desenfundar en la red ninguna de las opciones.
James Rodríguez, figura de la Selección Colombia. |
Para el segundo tiempo, en un partido de ida y vuelta, el 10 nuestro, el habilidoso James Rodríguez se consolidó como referente del equipo metiendo un golazo de cabeza al minuto 18; el primero para gritarlo a todo pulmón, y como ya es costumbre de los muchachos, bailarlo en la cancha.
Nuevamente Pekérman se agiganta como DT, en un cambio táctico saca a Victor Ibarbo e ingresa Juan Fernando Quintero para ofrecer mayor dinamismo en la zona medular. Qué resultado le dio el cambio, 'Quinterito' sería el que marcaría el segundo para Colombia en un contra golpe exquisito al minuto 24 del tiempo complementario. Ya en esa instancia, el partido subió de nivel, Costa de Marfil se hizo a la esférica y contraatacó para evitar quedar en ridículo como lo hicieron los griegos. Yaya Touré, el centrocampista por excelencia del Man. City puso jerarquía en la ofensiva, regateó, peleó y puso balones alcanzables para rival porque ahí estaba la saga defensiva colombiana, comandada por Yepes, desviando lo que llegaba por el aire.
Al minuto 26 sale Pablo Armero y entra Santiago Arias para refrescar esa metodología ofensiva a la que le apunta Pekérman por las bandas. Armero lo hace bien, pero la ida y vuelta lo desgasta, y en el segundo tiempo, como ocurrió ante Grecia el cambio es la mejor solución; Santiago Arias, el mejor relevo de Armero.
Alexander Mejía tuvo su chance para el minuto 33, casi de la misma manera del debut, ingresó por Abel Aguilar.
Costa de Marfil haría lo suyo con Salomon Kalou y Didier Drogba, cambios que desde Colombia reflejaron angustia y preocupación por parte de los simpatizantes; pero que desde la misma cancha no se notó pues los nuestros iban a todo. James, Quintero, Cuadrado, Yepes, Sánchez, todo el equipo defendió a muerte el 2-0; y como era de esperarse el 10 marfileno, el Gervinho de la Roma y el mismo que incomodó a Japón, también lo hizo con Colombia, no fue sino hacerse al balón cerca del área, apelar a su destreza y meterla en un fuerte remate que terminaría dándole a Costa de Marfil el descuento. 2-1 al minuto 29.
De ahí en adelante todo fue ataque marfileño, Colombia bajó con todas sus líneas y al error contrario movía su dos primeras lineas para intentar llegar al arco contrario; Didier Drogba intimidó, codeo y sufrió los minutos finales del encuentro tanto como los nuestros, pero la victoria no sería para los elefantes, sería para quienes dejaron todo en la cancha con el corazón.
El próximo partido será el martes 24 de junio, en el Arena Pantanal de Cuiabá frente al seleccionado japonés a las 3:00 p.m. Duelo en el que Colombia tendrá que demostrar que está para grandes cosas en el Mundial de Brasil 2014.
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