domingo, 16 de marzo de 2014

Flores / Pasión: Un florista de tradición

En plena adolescencia Orlando Salazar y uno de sus ocho hermanos, llegaron al centro de la capital risaraldense proveniente del campo en busca de un mejor futuro; en la ciudad descubrió su pasión por las flores y hoy es uno de los floristas más antiguo que tiene el cementerio San Camilo.

“Tenía 12 años cuando llegue a Pereira y le ayudaba a los floristas a vender, poco a poco fui aprendido hasta que logre tener mi propio negocio y hoy con 47 años de edad, además de vender ramos para vivos y difuntos, también doy clases”, expresa este pereirano.

Salazar, calificado como un ejemplo de superación por sus mismos compañeros, ha encontrado en las flores no solo un arte, también el sustento propio y el de su esposa y su hija; un arte que le ha costado sacrificios pero que le ha permitido lograr más que reconocimiento, satisfacción por los méritos alcanzados.

Como Orlando existen otros floristas de tradición que a diario salen de sus hogares con rumbo a la calle 32, esperando que cada día sea una fecha especial para alguien y junto a los pereiranos celebran matrimonios, primeras comuniones, cumpleaños, aniversarios, pero también lloran la partida de quienes se van del mundo terrenal y dejan ver lo mejor de sus sentimientos en la combinación de cada flor.

En este lugar muy cerca a donde reposan los cuerpos de quienes se fueron dejando un gran vacío en el corazón de sus seres queridos, una gran explosión de color impide olvidar la alegría por muy triste que este el día y detrás de la sonrisa de cada florista, abunda la esperanza de una ciudad.


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