Médico Fernando Martínez Gil,
especialista en tobillo y pie.
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En el momento de comprar zapatos es común preocuparse por el color y
sus combinaciones con la ropa, la última tendencia de moda o si es de una reconocida
marca. Sin embargo, ¿sabía usted que una mala elección podría generarle
problemas físicos difíciles de solucionar?
La forma, el tamaño, el material,
la edad y hasta la hora en que se hace la compra, son algunos de los aspectos
más importantes a tener en cuenta al momento de adquirir un par de zapatos
nuevos, sin importar si son deportivos o clásicos, pues una mala decisión no
solo puede causar efectos deformativos en tu cuerpo, también en el de tus
hijos.
El médico Fernando Martínez Gil,
presidente de la Sociedad Risaraldense de Ortopedia y Traumatología, especialista
en tobillo y pie, discute cómo a pesar de que el ser humano no está hecho para
usar zapatos, en el mundo actual se ha vuelto un necesidad elemental y de allí
se originan la mayoría de los problemas que poseen los seres humanos en columna,
cadera, rodillas, entre otros.
“El centro de gravedad del cuerpo
está delante de la pelvis y termina en la mitad del pie, pero el uso de un
zapato inadecuado hace que las personas hagan acomodaciones, tuerzan
ligeramente el pie o una extremidad para evitar el dolor, eso cambia el centro
de gravedad, las cargas y el peso que debe soportar el pie van a cambiar y con
el tiempo producen lesiones en cadera, columna, rodilla”, afirma el
especialista.
La edad y los zapatos
Aunque en las últimas dos décadas
las empresas productoras de zapatos se han dedicado a perfeccionar su
producción, a tal punto de fabricar calzados exclusivos para cada actividad
diaria e, incluso, para cada deporte, es importante comprender cuál es el
zapato ideal para cada edad.
El doctor Martínez explica, por
ejemplo, que al recién nacido solo se le deben poner escarpines como medio de
protección contra el clima y en menores que empiezan a caminar es recomendable
evitar el uso de zapatos con el fin de que estos ejerciten los músculos de los
pies. Solo en casos necesarios ponerles zapatos livianos y amplios para evitar
deformaciones como dedos en garra, unas
encarnadas, dedos de martillo y juanetes.
En los adultos existen tres recomendaciones fundamentales
para hacer una buena elección:
1.
Buscar la talla correcta y para ello es
necesario medir ambos pies ya que tienen medidas distintas y para ello es
importante reconocer el largo, el ancho y la amplitud de cada extremidad.
2.
Buscar la hora para comprar los zapatos, siendo
la ideal después de las 4:00 p. m., cuando el pie está más dilatado e hinchado
por el ir y venir del día.
3.
Al encontrar el zapato de gusto es importante
medírselo y sentir sensación de placer, la idea es que sea a la medida y cómodo.
Tipos de zapatos
De acuerdo al ortopedista
Martínez, una persona que sufra de dolor en las piernas, en el talón, entonces
debe pensar en usar un zapato que no sea completamente plano, un tacón o puente
de dos centímetros será suficiente para aliviar el estrés del pie.
Personas que padezcan de
problemas de apoyos en el antepié, lo recomendable son las suelas redondas o en
forma de mecedora, creadas hace más de cien años y que hoy son comercialmente
apetecidas por brindar como beneficio la reducción de peso mientras se camina.
La dureza del material de la
suela es otro factor a tener en cuenta, pues es común ver cómo las personas
buscan zapatos que doblen como billeteras creyendo que son más cómodos e
indicados para sus pies; sin embargo, no es un zapato adecuado para caminar,
pues permiten que el impacto vaya directo al pie.
“Se recomienda algo grueso y
ancho, sobre todo en personas que tienen sobrepeso. La altura del tacón ideal
debe ser de 2 a 4 centímetros, pues el peso debe repartirse 60 por ciento en el
talón y un 40 en el antepié, cuando se va usando un tacón más alto como de 10
centímetros, todo el peso del cuerpo va a estar descompensado deformando los
dedos”, indica el médico especialista.
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